Si hay una seña de identidad en la Semana Santa de Medina de Rioseco, y en concreto dentro de sus hermandades, es la estrecha unión existente con los ritos funerarios y la ligazón con los que ya se fueron. En este sentido, la hermandad del Descendimiento –en la celebración de los 350 años de su paso titular- va a rendir homenaje a los antepasados de la Cofradía de la Quinta Angustia, embrión de la actual y que también englobaba las hermandades de La Crucifixión, Santo Sepulcro y Soledad.
Bajo el sugerente título de Un farol en la Eternidad, se pretende “rendir sincero testimonio de agradecimiento a todos aquellos hermanos que nos precedieron, a todos esos hombres y mujeres que desde 1664 han sabido conservar y transmitir, de generación en generación, este maravilloso legado”, dicen los organizadores.
El homenaje contará con la participación de cuatro pregoneros de la Semana Santa riosecana: Jesús María Reglero García (cofrade de La Crucifixión y pregonero en 1984), Eduardo Franco Felipe (pregonero del año 2010 y hermano del Santo Sepulcro), Luis Alonso García (cofrade de la Soledad que pregonó el año 1990) y Manuel Fuentes Hernández (hermano del Descendimiento y pregonero en 1995), como recuerdo a cada una de las cuatro cofradías surgidas de la Antigua Penitencial de Quinta Angustia y Soledad.
Además se contará con la participación musical de la Banda de cornetas y tambores Jesús Nazareno de Santiago y la Santa Verónica y el compositor Pablo Toribio Gil, que estrenará una nueva marcha dedicada al Santo Paso del Descendimiento titulada A golpe de corazón. Al finalizar se procederá, en la Capilla de los Pasos Grandes, a la solemne bendición del Libro de difuntos de la Hermandad, transcrito por el hermano Jesús Álvarez Esteban.