Medina de Rioseco es solidaria. También en fiestas. Este sábado, una vez más, se demostró. La becerrada benéfica que la Asociación Taurina Riosecana ha organizado a beneficio de Asociación Ayuda Prodeficientes El Sequillo recaudó 6.500 euros gracias a un sorteo que se realizó tras el festejo. Supuso el récord de recaudaciones de las cuatro ediciones de las becerradas que anteriores ocasiones buscaron ayudas para la AECC, Cruz Roja Rioseco y Cáritas.
Si la solidaridad se instaló en los tendidos, en el ruedo fue el espectáculo. Porque el festejo taurino, uno de los acontecimientos de las fiestas sanjuaneras, no pudo ser más redondo. Hubo de todo: diversión, buen toreo por momentos, revolcones, risas, valentía y sobre todo la buena voluntad de todos los aficionados que hicieron el paseíllo.
Al filo de las siete de la tarde, la banda municipal de Música amenizaba un pasacalles por la rúa mayor que abría los alguacilillos y un coche de caballos en el que iban los matadores Francisco Gutiérrez Pacorro, José Domínguez El Pirri, Iván Herreras Banana y Toñín Cascote, que actuó como sobresaliente, acompañados de sus cuadrillas. La novedad fue la presentación del grupo de los Saltimbanquis Toreros, que viajaron en un moderno coche eléctrico. El cortejo lo completaban mulilleros, areneros, los miembros de la Asociación El Sequillo y los voluntarios del CDR El Sequillo.
Ya en la plaza de toros, con más de tres cuartos de entrada (gratuita, eso sí), Pacorro quiso celebrar el 25 aniversario de la Peña El Pobema, poniéndose delante por primera vez. Estuvo muy pinturero con el capote, y con la franela hubo pases muy jaleados por la grada. Sin duda, una faena que jamás podrá olvidar, en la que fue auspiciado por su cuadrilla, también de la misma peña.
El popular Pirri calentó el ambiente con sus verónicas, en las que compuso bien la figura. El riosecano, nuevo en estas lides toreras, demostró que tiene valentía. Aunque recibió algún achuchón del becerro, solventó la papeleta de forma muy torera. Por último, Banana toreó con el percal despacio y templado, sorprendiendo a toda la plaza. Recibió una voltereta muy fea e incluso sangrando por la ceja de forma muy aparatosa, se encorajinó y salió de nuevo al ruedo para lidiar a su becerro con mucho mérito. Hubo también tiempo para que Cascote demostrar que quien tuvo retuvo, a pesar de algún que otro susto y para que un espontáneo, que saltó al ruedo, se reivindicara.
Aunque uno de los momentos más sorprendentes fue la actuación de los Saltimbanquis Toreros. Humor, diversión, buen ambiente, valentía, coraje y también buen toreo fueron los ingredientes que demostraron Faluchi, Cabañas, Peci, Churrero, Bellota, Cetrero y Pocholo. Un espectáculo que levantó de sus asientos a niños y mayores y que hizo al público desternillarse de la risa. A veces torpes con el capote, divertidos con el caballo de picar, sorprendentes con las banderillas e ingeniosos con la muleta, los Saltimbanquis dieron una lección de cómo hay que ejecutar uno de los oficios más difíciles del mundo: hacer reír. Y con un becerro delante.
El sorteo de más de una treintena de regalos ofrecidos por muchas empresas riosecanas y las emotivas palabras de una emocionada Julia Asensio, secretaria de la Asociación Ayuda Pro Deficientes Psíquicos, puso el broche de oro a una tarde taurina, divertida y solidaria. Y lo más importante, la sonrisa de la veintena de chavales que componen la Asociación que dieron la vuelta al ruedo entre una atronadora ovación.