De todos es conocido el trabajo fotográfico de Fernando Fradejas, que podemos encontrar en muy diferentes lugares de la Ciudad de los Almirantes. Pero en esta ocasión, a su gran afición fotográfica ha unido la experiencia que le han dado los 29 años que lleva trabajando como guardia civil para organizar una exposición contra la violencia de género. Es una exposición con un largo recorrido. De hecho, el autor comenta que no le importa que «las fotografías se fueran deteriorando, porque eso significa que han viajado mucho y han sido vistas por mucha gente».
La exposición consta de 40 fotografías en blanco y negro, «para evitar el morbo del color», sobre todo en las fotografías en las que se intuye la sangre, e incluyen situaciones reales que Fernando ha vivido a través de las víctimas durante todos sus años de experiencia. Han sido colocadas por la coordinadora de convivencia y profesora de Plástica, Teresa Burgueño, en el pasillo que discurre a la sala de profesores y a los despachos de dirección y jefatura de estudios. Impresionan, todas seguidas, por las escenas tan intensas que muestran: la violencia, la humillación, la soledad de las víctimas… Situaciones que, como comentaba Fernando Fradejas, son justificadas todavía por muchas familias de las víctimas como «cosas propias del matrimonio». Algo espeluznante en los días que corren.
Otro dato que relataba Fernando dejó sobrecogidos a los asistentes a la inauguración de la muestra: «la violencia de género en Tierra de Campos es similar en número a la de la provincia de Cádiz», que tenía 1.240.375 habitantes en 2014, según la Wikipedia. Se dan dos casos a la semana, como mínimo. Es sin duda un problema que debemos atajar antes de su inicio. Por eso el interés de esta exposición en el IES Campos y Torozos, igual que antes estuvo en el de Peñafiel.
En nuestro proyecto de centro, aparece reflejada la necesidad de trabajar la igualdad para ambos géneros y es un tema en el que se incide tanto en las tutorías como en diferentes charlas que los alumnos reciben a lo largo del año. La edad es crítica, a estas edades aparecen los primeros problemas con novios celosos que impiden que sus chicas salgan con sus amigas, se vistan de determinada manera… Aparentemente pequeñas cosas que ya indican la posibilidad de que la cosa vaya a mayores. Por eso, Fernando, con toda su experiencia a cuestas, nos advertía de la necesidad de atajar el problema desde estas edades. El mejor lugar para mostrar su exposición, a pesar de lo dura que pueda parecer, es el Instituto de Medina de Rioseco sin duda. Desde el claustro de profesores agradecemos a Fernando su trabajo y disposición.