Nada mejor que celebrar el Día de los Abuelos regalando flores. Así, al menos, lo cree el establecimiento riosecano Flores y Viveros Carmen que el pasado jueves organizó una original iniciativa en el Centro Infantil Virgen de Castilviejo con los más de cuarenta niños de entre uno y tres años que acuden diariamente a la guardería.
Los abuelos asistentes explicaron ante la atenta mirada de los pequeños cuáles son sus principales labores con sus nietos y las muchas horas que les dedican cada día. Por su parte, Carmen Sahagún, organizadora de la actividad, explicó a los niños las ventajas de tener flores y plantas en sus casas y sus principales cuidados.
“Queremos celebrar el Día de los Abuelos [fechado el 2 de octubre] con una actividad en la que participen los propios protagonistas. Además los niños decoran una pizarra que luego se colocará en una planta y se regalará a los abuelos”, explica Carmen Sahagún, quien confirma que esta iniciativa se ha llevado a cabo en países como Italia y Holanda.
Cuando llegó el turno de los abuelos, la sorpresa en los niños creció. Amparo Campuzano, abuela de Marina, relató cómo “estoy todo el día con mi nieta, es como mi tercera hija”. Por su parte, Angelines Sánchez, contaba a todos los niños “la enorme alegría que le causa que su nieta Valeria vaya a visitarla a su casa”. María José Gil, abuela de Héctor e Israel, contaba cómo lleva a sus dos pequeños al parque “para que jueguen con sus amigos” y les atiende cuando sus padres no están. Conchi Alonso y su nieto Marcos fueron otros de los que relataron su experiencia, mientras que Julián Fernández, abuelo de Alba, dijo que su jornada empieza cada día vistiendo a su nieta y dándola el biberón antes de llevarla a la guardería. Una experiencia intergeneracional, en la que una cosa queda clara: hoy más que nunca los abuelos son imprescindibles para los niños, pero también para los padres.