La conjunción del caballo y del flamenco fue el cóctel perfecto para que Rioseco adquiriera, en su primera jornada de la Feria del Caballo, aires sureños. El alcalde de la localidad, Artemio Domínguez, acompañado de algunos de los concejales de la corporación, y de miembros de la directiva del club de caballistas, inauguraba esta octava edición tras un baile de sevillanas a modo de bienvenida.
Fue la bailaora Sandra Sobrino la que abrió cartel en una Feria que contará con hasta ocho actuaciones musicales. Sobrino puso alma y sentimiento en su baile y conquistó al público que a esas horas se citaba en el recinto ferial que, un año más, eligió la dársena del Canal de Castilla como perfecto escenario para un evento que cada vez suscita más visitantes.
Pero uno de los elementos diferenciadores de la feria son los espectáculos ecuestres que llevan a cabo algunos de los socios del club caballista riosecano Hermanos Peralta, organizador de la cita. En esta primera noche se sucedieron un carrusel de caballos, la exhibición de la Yeguada Los Alcores, así como algunos bailes y ejercicio de doma vaquera y alta escuela.
El plato fuerte llegaba con el primero de los dos conciertos trianeros que se han programado en esta feria. El grupo Desvario trajo su desparpajo y los aromas sevillanos a un público que, aunque tardó en entrar en ambiente, finalmente se divirtió con los andaluces. Por si fuera poco, la noche acabó con un divertido karaoke flamenco que puso la guinda a una primera jornada ferial redonda.