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Carmen Acuña y la Banda Municipal de Música volvieron a obrar el milagro de la magia de la música en Semana Santa. Fue en un emotivo concierto, dentro de su Festival Pasión Riosecana que cumplía su sexta edición.
Carmen Acuña, al piano optó por marchas clásicas, esas que suenan cada Jueves y Viernes Santo en Rioseco. Mater Mea, la Saeta, Virgen del Valle, Nuestro Padre Jesús, el Adagio de Albinoni y, por supuesto, La Lágrima. La pianista riosecana estuvo acompañada a la percusión por Pablo García Alberto Carnicero. Por su parte, la Banda Municipal de Música, dirigida por José Luis Rodríguez Ortuno, se decantó por algunas marchas menos conocidas que han incorporado a su repertorio para Esta Semana Santa.
Interpretaron A compás la cera llora, Madre Hiniesta, Perdónalos o Hermanos Costaleros, aunque en una segunda parte de su concierto sonaron piezas tan conocidas como La Madrugá, La Saeta, Nuestro Padre Jesús y La Lágrima, todas ellas con la colaboración del grupo de Viento y Percusión de la Escuela Municipal de Música.
Un buen prólogo musical a “lo que está por llegar”, según explicó el director José Luis Rodríguez.