Un gesto tan sencillo y habitual como encenderse un cigarrillo en un bar estará prohibido en España a partir del domingo 2 de enero, día en el que ha entrado en vigor la nueva Ley Antitabaco, aprobada en el Congreso de los Diputados el pasado 21 de diciembre a petición del Partido Socialista, Izquierda Unida y Esquerra Republicana. La nueva norma prohíbe fumar en cualquier espacio público cerrado, incluido bares, restaurantes y discotecas, así como en los parques infantiles y en los exteriores de los hospitales, entre otros lugares. España se convierte así en uno de los países con menos permisividad hacia el tabaco.
La falta de información y los perjuicios que puede provocar en la hostelería no han pasado desapercibidos en Medina de Rioseco, donde propietarios y trabajadores del sector, aún no saben muy bien cómo va a afectar en términos generales a sus negocios. La escasez de información y la dureza sancionadora de la ley contra la hostelería son algunos de los puntos más criticados. Luis Domínguez, propietario del bar de la Tercera Edad, junto al Ayuntamiento, explica que “nadie me ha avisado”. “Todo lo que sé es por lo que me he podido informar en la prensa”. De la misma opinión es Almudena Manrique, que oficialmente sólo ha recibido una circular de la Federación Española de Hostelería, a la que pertenece.
Tras la resaca de las uvas, cuando las campanas vuelvan a dar las doce, pero esta vez 24 horas más tarde, estará prohibido fumar “en todos los establecimientos hosteleros cerrado”. Si se permite fumar al aire libre, terrazas, porches y patios, siempre que no estén cubiertos. Asimismo, los hosteleros tendrán la obligación de colocar los carteles oficiales en los que se informa de la prohibición de fumar, aunque todos los locales podrán seguir vendiendo tabaco. En ningún caso se podrá habilitar espacios para fumadores en ningún establecimiento. Este hecho es, precisamente, una de las críticas que se vierten desde la Asociación de Empresarios y profesionales de Medina de Rioseco y Comarca. Su presidente, Víctor Caramanzana, cree que “con el desembolso económico que hicieron algunos bares y restaurantes hace un par de años para adecuar zona de fumadores y no fumadores, el que ahora deban otra vez adecuarse a la ley es injusto”.
Pero sin duda, el aspecto más controvertido de la Ley es el capítulo sancionador. El cliente que fume en un lugar prohibido podrá enfrentarse a una sanción de 30 euros. Por su parte, las multas a los empresarios pueden oscilar entre 30 y 600 euros “por no informar de la prohibición de fumar” y entre 601 y 10.000 euros “por permitir fumar en su establecimiento”. Para Almudena Manrique, del Hotel Vittoria Colonna, está norma es abusiva “no podemos estar como policías controlando si alguien fuma o no”. Alberto Fernández, responsable de disco bar El Torno lo tiene aún más complicado. “En mi local entran más de 600 personas un sábado. Yo no puede estar detrás de cada una para ver si fuman o no”.
En este sentido, desde el Gobierno y las diferentes asociaciones de hostelería se aconseja al propietario que, primero, informe al cliente de la prohibición de fumar. Si el hábito no cesa entonces lo mejor será llamar a la Policía Local o a la Guardia Civil. Mario Cubero, de cafetería Cubero, lo tiene claro: “Ante la posibilidad de que a mí me pongan una multa porque un cliente esté fumando en mi local, yo avisaré a la autoridad competente”, dice Cubero, quien cree que “poco a poco la gente lo irá respetando. Tardaremos tres meses o tres años, pero a poco a poco nos iremos concienciando. Además yo creo que quien va a hacer cumplir esta Ley serán los no fumadores.”. En este sentido, Luis Domínguez piensa que “todo el mundo sabe que a partir del día 2 no se puede fumar, por lo tanto no debería haber problemas.”
“Es importante que el cliente lo asuma cuanto antes. Igual de perjudicado es él que nosotros, que además nos enfrentamos a multas desproporcionadas”, dice Almudena Manique. Lo que aún no está muy claro es si la norma reducirá la clientela. Desde algunas asociaciones se ha cifrado en un 10% los descensos de ventas, en Rioseco aún se espera saber cómo afectará en los próximos meses esta nueva prohibición. Herminio Pérez, jefe de cocina del restaurante Pasos, piensa que «acoto plazo puede eprjudicarnos, pero yo creo que a largo plazo nos beneficiará a todos, porque según diferentes estudios existe mucha más gente no fumadora».
Por su parte, en los usuarios hay división de opiniones. Víctor, fumador desde hace varios años no entiende la prohibición y asegura que, a veces, simplemente va a un bar a tomarse un café, “por fumar un pitillo o una faria”, Ángela, sin embargo, considera muy positiva la nueva Ley, “porque nadie tenemos la obligación de tragarnos los malos humos de los demás”. Sea como fuera, la polémica está servida y a partir de ahora encender un cigarrillo en un local público le puede salir muy caro a cliente y propietario.