Un año más, miles de riosecanos visitaron en el primer día del mes de noviembre, el cementerio municipal con motivo de la celebración del Día de Todos los Santos. Como es tradicional, a media mañana la corporación local con su alcalde a la cabeza, Artemio Domínguez, se acercó hasta el camposanto para asistir al tradicional acto de depositar una corona de flores en la cruz de piedra del paseo central. El párroco de la localidad, Juan Carlos Fraile, llevó a cabo un responso en recuerdo y homenaje a todos lo difuntos que descansan en el cementerio riosecano.
El actual Cementerio municipal de Medina de Rioseco se inauguró el 15 de abril de 1849 cuando tuvo que ser trasladado el anterior por estar situado en los terrenos donde se iba a construir la dársena del Canal de Castilla. La ampliación del cementerio, situado en la parte posterior del actual camposanto, comenzó hace varios años, concretamente en la primera legislatura del actual alcalde, cuando se adquirió el terreno de casi una hectárea. En una segunda fase se acometió el cercamiento y, por último, se llevó a cabo las obras de nivelación del terreno y la construcción de los nichos y de los panteones, éstos últimos con profundidad para tres sepulturas, cada uno. La ampliación ya tiene desde hace tiempo distintos enterramientos.
El Día de Todos Los Santos es una tradición católica instituida en honor de Todos los Santos, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles. Hoy, 2 de noviembre, se celebra el Día de Muertos o Día de Difuntos.