Fútbol sencillo y eficaz. Este es el modelo que plantea el nuevo Rioseco. Este sábado lo ha dejado claro en el partido contra el Betis en el XI Memorial Vicente Reguera, que a la vez ha sido la puesta en escena del equipo ante su afición. Los riosecanos, en un alarde de efectividad, supieron materializar sus ocasiones y llevarse la victoria.
El partido empezó con un juego trabado, con muchas pérdidas de balón por parte de ambos conjuntos que no conseguían hacerse con el control del partido. Los minutos transcurrían y el Betis, a través de pases largos a sus extremos, intentaba poner en apuros a la zaga riosecana, aunque ninguno de sus intentos obligó a intervenir a Reguera, titular en su regreso a la portería del Rioseco.
A pesar de la dificultad para crear juego, el equipo local intentó en todo momento sacar el balón jugado desde atrás, especialmente en los saques de puerta, que buscaban constantemente a los centrales, Piti y Tazi. Ambos zagueros se mostraron muy seguros en defensa, especialmente Tazi, que tuvo un papel importante a la hora de realizar apoyos gracias a su velocidad.
El partido avanzaba sin un dominador claro. El Betis lo intentaba pero no terminaba de crear peligro y el Rioseco, muy ordenado, esperaba su momento. Ese momento llegó pasado el primer cuarto de hora de partido, cuando Selmi desbordó por velocidad a su par y centró un balón a la frontal que Chapa, con un precioso zurdazo, envió al fondo de la red. El Rioseco se ponía por delante en su primera ocasión dejando claro su patrón de juego, orden y efectividad.
El gol no cambió el guión del partido, y ambos equipos continuaban trabados en una lucha constante en el centro del campo. Cuando apenas habían transcurrido cinco minutos desde el gol local, una falta lateral a favor del Betis colgada por Adrián se envenenó en un barullo en el área y rebotó en el poste, cayéndole el rechace a los pies de Ferrero, que sólo tuvo que empujar la pelota.
Con el empate, el Rioseco no perdió la serenidad y mantuvo el orden en sus líneas, presionando al rival en la zona de medios y saliendo con velocidad al contragolpe en cuanto se hacían con la posesión. El Betis recurría al balón largo desde sus centrales a los extremos, pero Valdi y Gato, los laterales, estuvieron muy atentos durante todo el partido.
Cuando se acercaba el descanso, una recuperación en el centro del campo del Rioseco se convirtió en una nueva internada de Selmi que acabó con un disparo que detuvo el portero visitante en dos tiempos. El extremo blanquinegro fue un auténtico puñal por la banda derecha en el tiempo que estuvo en el campo. Con empate en el marcador se llegó al descanso.
En la reanudación, ambos conjuntos mantuvieron su estilo de juego, el Betis intentaba contactar con sus extremos y el Rioseco se sentía cómodo en su orden, pero ninguno de ellos creaba peligro. Alguna acción aislada a través de disparos lejanos fueron las únicas ocasiones que había en el partido. A los veinte minutos, una presión de Alberto hizo que el portero del Betis despejase mal un balón y Diego, muy atento en la frontal, se aprovechó de este error rematando con la izquierda para adelantar al Rioseco en el marcador.
El tanto y la buena labor defensiva de los locales hizo que el Betis fuese perdiendo intensidad en sus ataques, aunque tuvo algunas ocasiones para empatar que desbarató tanto a la defensa riosecana como a su portero, Candi. Los minutos transcurrían y las ocasiones cada vez eran más escasas. El partido estaba cerrado. El Rioseco se hizo con el trofeo y encara el inicio de temporada con muy buenas sensaciones.
Al finalizar el encuentro, la directiva del club hizo entrega de un ramo de flores a la viuda de Vicente Reguera, Candela Pérez, y de los trofeos a ambos equipos.
C. D. Rioseco: Reguera, Valdi, Gato, Piti, Tazi, Dario, Selmi, Juanpe, Alberto, Diego y Chapa. También jugaron: Candi, Zorro, Tomás, Santi, Budy y Álex.
C. D. Betis C. F: Rafa, Nico, Pirri, Gonza, Ferrero, Abraham, David, Ricky, Alonso, Adrián y Luis.