Las noches de fiesta en Medina de Rioseco ya no son lo que eran. Atrás quedan los años en los que cada viernes y sábado los bares de la localidad se llenaban, llegando a completar su aforo, hasta bien entrada la madrugada. Sin embargo, eran familias y personas de mediana edad quienes salían a disfrutar del vermú, sobre todo, los domingos por la mañana. Ahora, la situación es completamente diferente. Los viernes de fiesta han quedado en el olvido y la media de edad del vermú es cada vez más baja.
Y es que la crisis económica ha provocado un cambio de hábitos en la sociedad riosecana. “Los vermús van en línea ascendente, con gente cada vez más joven. Antes era algo exclusivo de gente más mayor y ahora la juventud que no sale por la noche, aprovecha para salir los domingos”, explica Mariano Yenes, de El Rincón de Unamuno. Una de las principales razones es la diferencia de precio que hay entre las copas y las cañas o vinos. “La gente prefiere gastarse diez euros en el vermú e irse comido a casa, que gastarse veinte euros en copas”, cuenta Alberto Fernández, de La Fragua de Vulcano.
Si bien es cierto que el vermú se concentra, casi exclusivamente, en la calle Mayor. Y si hablamos de sitios típicos para el vermú en Medina de Rioseco es obligatorio mencionar a Cubero. Los abisinios y las empanadas que ofrecen con cada consumición se multiplican en los días clave. “El domingo de Ramos, Semana Santa, Navidad y los miércoles de agosto son días en los que se trabaja muchísimo, es imposible dar una cifra exacta de la cantidad de raciones que servimos”, afirman desde Cubero. Algo que corroboran desde el Unamuno: “Este año, en el Domingo de Ramos dimos unos 2500 pinchos, pero cualquier domingo normal damos unos setecientos”.
En definitiva, es cada vez más frecuente encontrar los bares llenos de día y no tanto de noche. Fruto de esto es que muchos empresarios riosecanos han tenido que reinventar sus negocios. «Nosotros antes teníamos un bar de copas (el Aries), pero hace cuatro años vimos que la noche iba bajando. Entonces cogimos el R3 pensando en dar más meriendas y cenas, que es lo que nos está funcionando”, detalla Gregorio Carnicero.
No obstante, en Medina de Rioseco, pese a que el ambiente de los sábados ha disminuido, siguen quedando fechas clave en las que la gente sale como antes. “Cada mes hay un día destacado, más o menos: Navidad, Carnaval, Semana Santa, San Juan y Castilviejo, Halloween y los puentes del Pilar y la Constitución”, relata Alberto. Algo en lo que coinciden todos los bares riosecanos consultados. “Las primeras copas, sea el sábado que sea, las trabajamos muy bien hasta las cuatro de la mañana, que es cuando cerramos, pero sí que hay más ambiente en días señalados”, cuenta Laura Ubal, del Nelson. El hecho de que este sea un bar de primera hora permite que se mezcle todo tipo de gente: “Los sábados en las mesas están sentados matrimonios tomando un café o una copa y, a la vez, hay una barra libre o jóvenes con una copa en la barra; que es lo que pretendíamos cuando abrimos”, añade Laura.
A ojos de todos, la Navidad es la fiesta más hogareña y familiar del año. Pero también, en Medina de Rioseco, es una de las mejores fechas para los bares. Y es que, a pesar de la situación económica y el cambio de hábitos que está experimentando la sociedad, los riosecanos, en estas fechas, salen tanto por la mañana como por la noche. Algo que recuerda a lo que era el pueblo hace no demasiados años.