Discobar El Torno ha cerrado –al menos por el momento- sus puertas este pasado sábado. Tras seis años bajo la gerencia del riosecano Alberto Fernández, se ha puesto fin a una etapa en este conocido local riosecano que contó para su clausura con una fiesta en la que no faltó un concierto de flamenco, a cargo del grupo Conchabando, y una sesión a cargo de los Djs César R2 y Sergei Rez.
El contrato expiraba el 1 de octubre tras un arrendamiento por cuatro años por valor de 16.000 euros anuales, tal y como publicó este periódico. No obstante, Alberto Fernández ya había tomado las riendas del discobar dos años antes. Ahora dice no saber si el Ayuntamiento –propietario del histórico edificio- volverá a sacar pliego a concurso para su explotación.
“Lo cierto es que yo tampoco iba a pujar debido a que ya tengo mucho trabajo con el bar La Fragua en Rioseco y tres restaurantes en Valladolid», dice el joven empresario que cuenta con las sidrerías Los Guajes y Trabancos, ubicadas en Plaza Mayor y Huerta del Rey, respectivamente y el bar La Alhambra, en Covaresa.
Alberto Fernández dice que la “noche ha ido bajando” paulatinamente en Rioseco, lo que le obligaba a no abrir todos los sábados. No obstante, reconoce que el calendario deja muchos días buenos y temporadas como Navidades, Semana Santa, Carnavales y verano en el que Rioseco necesita un local de estas características.
Asegura que ha sido una etapa muy positiva y que en todo momento ha intentado atraer a un público diferente con fiestas y conciertos. Recuerda con especial cariño la fiesta de Supermartxe celebrada en diciembre de 2010 y que reunió una gran cantidad de jóvenes [en el vídeo].
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=y-ErRqg0BsI[/youtube]
Alhóndiga del siglo XVI, hospicio y discoteca
El hasta ahora discobar El Torno es un precioso edificio de piedra del siglo XVI, que en su origen cumplió la función de alhóndiga municipal, para almacenar grano. Se construyó sobre la muralla que unía la fortaleza con la Puerta del Carbón. Existieron, además, otros depósitos similares en la ciudad, entre ellos El Diezmo, donde se recogía el impuesto a la Iglesia, el 10% de cada cosecha, y cuyas ruinas están situadas tras el depósito anterior, así como el de Juan de Pendones, edificio de piedra, del siglo XVII, localizado tras el Teatro Principal. El Torno cumplió, años más tarde, la función de orfanato (de ahí recibió el nombre) y desde hace casi tres décadas se reformó como discoteca. Tras un periodo cerrado, hace seis años volvió a reabrirse y animó, de nuevo, las noches de los fines de semana riosecanos. Todo hace indicar que el Ayuntamiento de Rioseco vuelva a sacar a concurso público y según ha podido conocer este periódico varios empresarios riosecanos estarían interesados en su explotación.