La clasificación se ha apretado por la parte baja de la tabla, y un tropiezo en casa puede ser fatal para las aspiraciones de salvación.
Marzo es un mes vital para lograr el objetivo. Los emparejamientos que los albinegros han tenido y tendrán durante este periodo son contra rivales en muchos casos directos, que también han peleado o siguen peleando por eludir los últimos lugares de la clasificación.
Sin ir más lejos el domingo, el Rioseco necesita sacar los tres puntos frente al Peñaranda para poder viajar la siguiente semana al campo del Guijuelo B con tranquilidad y el firme propósito de conseguir la primera victoria visitante de la temporada.
Sin duda estos dos partidos se antojan transcendentales para afrontar los últimos compromisos con un pequeño margen de error.
De no producirse las victorias el equipo se verá abocado irremediablemente a tener que luchar hasta la última jornada. Será importante también, saber el papel que harán sus rivales, pues en muchos casos se producirán emparejamientos directos y muchos aún tendrán jornada de descanso que les impedirá puntuar.
Lo que es claro es que el Rioseco afronta el último tercio de competición con la necesidad de puntos. A falta de diez partidos el equipo cuenta con 23 puntos, lo que da a entender la necesidad de seguir sumando.
Ante los malos resultados cosechados fuera de su estadio, cuerpo técnico y jugadores se conjuran para sacar todos los puntos en su casa que le acercarían a la salvación. Es por ello que piden de nuevo a la afición que no falta a su cita este próximo domingo a las cuatro y cuarto de la tarde. «Los jugadores parece que se crecen cuando sienten el aliento de los socios y seguidores, a los cuales estamos muy agradecidos por apoyar de forma incondicional», apunta Mario Navarro director deportivo del club, y también miembro del cuerpo técnico del primer equipo.