Tanto va el cántaro a la fuente que… ¡al final tendrá que llegar el gol! Se trata de la traducción más riosecana -y futbolera- de este conocido dicho del refranero popular, que define a la perfección la sensación vivida desde la grada del Juan Carlos Navarro el pasado domingo. Y es que, sobre todo en la segunda mitad, los blanquinegros conseguían acechar continuamente la portería custodiada por el Racing Club Benavente, sin embargo, el gol se les resistió hasta casi el final del encuentro. Pero mejor empecemos la historia desde el principio, que ya se sabe que lo que deprisa se hace, despacio se llora.
El conjunto blanquiazul llegaba a la Ciudad de los Almirantes con la necesidad vital de puntuar para poder deshacerse del fantasma del descenso, que le lleva acompañando buena parte de la temporada. Su imperiosa urgencia hizo que saltasen al campo muy lanzados. Así, se adueñaron fácilmente del control del partido e intentaron sorprender a los riosecanos con continuas incisiones en su área. Sin embargo, la defensa blanquinegra, muy bien posicionada, impidió que el peligro inquietase la red de Fonso. Esta exaltación de los visitantes, en los primeros compases del encuentro, terminó condenando a los blanquiazules, a medida que avanzaba el partido. Y es que quien todo lo quiere, todo lo pierde; así como quien mucho abarca, poco aprieta.
Las cosas empezaron a cambiar cumplido el minuto veinte de partido, cuando el Rioseco, por fin, despertó. Ya se sabe que no por mucho madrugar, amanece más temprano. Los de David se hicieron con el dominio del balón, pero el centro del campo no conseguía entablar un guion lo suficientemente taquillero. Únicamente Santos logró llegar con verdadero peligro a la meta blanquiazul, con un gran disparo directo a la red que despejó, muy seguro y eficiente, Josico. No obstante, pese a que el balón no estaba por la labor de declinar el marcador, en los últimos suspiros del primer tiempo quedó claro que más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena.
Con la reanudación, la zaga riosecana saltó al césped dispuesta a demostrar que las segundas partes no solo son buenas, sino que pueden llegar a ser incluso mejores. Más seguros y metidos en el partido, los locales generaron juego y aumentaron la presión y la intensidad del choque. Mario Molina, que volvió a vestir de nuevo la blanquinegra, lo intentó de falta; Paco cabeceó un gran córner de Álvaro y Borja disfrutó de un cara a cara a solas con el cancerbero blanquiazul. Pero el balón se resistía. Cuando todo apuntaba a que terminarían firmando un insípido 0-0, en el minuto 82 saltó la liebre y llegó el gol. Churre hizo una rápida recuperación en la medular y envío el balón a Christian, que tras superar en velocidad a los defensas visitantes, batió a Josico con una impecable vaselina.
Pero donde las dan, las toman. El contraataque blanquiazul no tardó en llegar y con él, el empate. Con el 1-1 en el marcador, el colegiado anuló correctamente un gol en fuera de juego a los zamoranos, que a partir de este momento se encerraron en su campo, a buen seguro pensando que más vale punto en mano que ciento volando. Por su parte, los riosecanos confiaban en que se cumpliese eso de que normalmente el que da primero, da dos veces. Y así fue. Corría el minuto 89 cuando Mario Molina, liderando una increíble contra, hizo el 2-1 y sentenció el encuentro. Si bien, sí que es cierto eso de que no se ganó Zamora en una hora; pero los blanquinegros dejaron claro el pasado domingo que sí que es posible driblar a los zamoranos en apenas unos veinte minutos. Y es que como dirían en mi pueblo: los benaventanos vinieron a por lana y se marcharon trasquilados.
CD Rioseco: Fonso, Valdi, Álvaro, Guille, Tomás (Christian, min.55), Churre, Borja (Andrés, min.90), Alberto Fernández, Paco, Mario Molina y Santos.
Racing Club Benavente: Josico, Escudero (Maniega, min.70), Gago, Chino, Blandi, Víctor, Jesús, Bassin (Piatti, min.82), Pablo (Vinicius, min.65), Tosco y Modesto.
Marcador: 1-0 Christian, min.82; 1-1 Jesús, min.83; 2-1 Mario Molina, min.89.
Árbitro: El colegiado, Andrés Rodríguez Mata, mostró tarjeta amarilla a los locales Guille, Alberto y Borja; y a Chino, Jesús y Tosco por parte del Racing Club Benavente.
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 19 de Liga, disputado en el Juan Carlos Navarro de Medina de Rioseco.