La situación es complicada, todas las semanas vemos como los rivales nos ponen las cosas muy difíciles. Todos nos han propuesto partidos muy duros y sin embargo hemos conseguido imponer nuestra calidad en casi todos los encuentros. Creo que tenemos jugadores de mucha categoría, jugadores jóvenes casi todos que darán alegrías a los aficionados.
Es una satisfacción enorme estar en el cuerpo técnico, y subir a cada entrenamiento para mí, es motivo de alegría. Aún nos queda mucho trabajo por hacer pero estamos viendo semana tras semana que el esfuerzo de los chicos está dando sus frutos. Hay que seguir luchando, vamos a ir partido a partido y la nota nos la darán en mayo, espero que por lo menos lleguemos al aprobado y logremos salvar la categoría.
El partido del sábado es de los que quedan en la retina. Fue un partido soberbio de todos los jugadores. Esta semana sería injusto destacar a uno porque la grandeza estuvo en el grupo. Es quizás el mejor aliado que ahora tenemos la unión, la lucha común, la entrega sincera de todos los jugadores.
Cuando todo se puso cuesta arriba, los jugadores demostraron que en el deporte competir con el corazón en muchos casos es más importante que la técnica, la táctica o el buen estado físico.
El Rioseco consiguió por fin puntuar lejos de su campo. Fue en el primer desplazamiento de la segunda vuelta, un partido muy complicado que le enfrentó al Zamora B, un rival siempre difícil en los anexos del Ruta de la Plata. La línea ascendente que sigue el equipo en las últimas jornadas, hacía concebir esperanzas de conseguir los primeros puntos a domicilio antes de salir hacia tierras zamoranas.
La empresa no iba a ser fácil y más cuando nada más comenzar el partido, a los dos minutos, el filial se ponía en ventaja en el primer lanzamiento de córner. Parece que esta temporada toca sufrir cada partido, y éste volvía a poner a prueba la mentalidad ganadora del conjunto riosecano.
Los minutos tras el gol fueron de mucho agobio por parte de los zamoranos. Sacudida la primera presión el Rioseco supo leer mejor el partido, y poco a poco impuso su juego y la calidad de sus jugadores.
Al contragolpe gozó de varias oportunidades. La defensa adelantada del Zamora hacía que Maicro, Mario Molina, Paco y Sánchez principalmente, pudieran explotar su velocidad. Maicro y Mario avisaron en varias jugadas antes de que llegase el gol de la igualada. Tras una rápida jugada de combinación, el balón llega a banda derecha y Maicro pone un centro medido al segundo palo donde Ángel Molina, llegando desde atrás, acierta con un testarazo marca de la casa.
El gol hacía justicia al juego, tranquilizando a los riosecanos que se iban al descanso dominando el partido.
Tras la reanudación el equipo siguió mandando. El Zamora quería pero no podía con el orden del Rioseco, que una y otra vez contragolpeaba con peligro. Todo transcurría tranquilo hasta que en el minuto 60, Tazi, veía una más que discutida segunda amarilla que le sacaba del partido.
De nuevo otro contratiempo. A falta de media hora, jugar con 10 jugadores en un campo grande y ante un equipo muy bien dotado físicamente como es el filial zamorano era una empresa a priori complicada.
No quedaba otra, tocaba sufrir. Y vaya si los jugadores riosecanos sufrieron. Espoleados por la injusta expulsión jugaron una media hora perfecta. Cuando la fatiga y el cansancio apareció, los bravos jugadores supieron tirar de fortaleza mental, ambición, sacrificio y mucha calidad.
El premio al esfuerzo llegó con el segundo gol. Mario Molina intenta una jugada personal y tras luchar con varios defensas ve el desmarque de Sánchez por la izquierda. Éste, con mucha calidad, logra conectar un certero disparo a la base del poste haciendo inútil la estirada del guardameta Ángel. El juvenil obtenía el premio al trabajo impecable desde que comenzara la temporada, haciendo justicia con un joven jugador que siempre da el cien por cien en cada partido.
La locura se desató entre los aficionados visitantes, aunque todavía quedaban muchos minutos para el final del partido. Alguna que otra ocasión tuvo el Zamora pero Farolo supo dar la tranquilidad necesaria al equipo atajando cualquier tiro que llego a sus inmediaciones con una extraordinaria seguridad.
La incertidumbre del resultado final se disipó cuando Ángel Molina, que cuajó un espectacular partido, consiguió el tercer tanto. Un certero pase le dejó solo ante el portero, al que driblo con facilidad lo mismo que a un defensa que se situó bajo palos y a placer, sentenciaba el choque para tranquilidad de la expedición riosecana.
Con la consecución de estos puntos el Rioseco se sitúa en la frontera del descenso, viendo como la desventaja con sus inmediatos rivales se va recortando cada jornada. Aún queda mucho trabajo por hacer, pero los jugadores están demostrando que tiene actitud y ganas de sacar al conjunto de la situación tan difícil en la que se encuentra. El siguiente partido, vuelve a ser una final para los riosecanos pues no se pueden permitir ningún tropiezo en su casa. El rival será el Carbajosa de la Sagrada el próximo domingo en el Municipal riosecano.
Zamora B: Ángel, Beneitez, Alberto, Pablo Benito, Machado, Fradejas, Oscar (Piriz min. 69), Fernando, Iñaki, Ander (Eduardo min. 79) y Santi (Jarabo min. 41). Completaron la convocatoria Sergio y Wojciech
C.D. Rioseco: Farolo, Valdi, Tazi, Piti, Darío, Jorge, Maicro, Ángel Molina, Paco, Mario Molina (Rafa min. 78) y Sánchez. Completaron la convocatoria Andrés, Chapa y Cameron.
Goles: 1-0 min. 2 Pablo Benito, 1-1 min. 43 Ángel Molina, 1-2 min. 65 Sánchez, 1-3 min. 84 Ángel Molina.