Doce años después, el Rastrillo Solidario de la Asociación Española Contra el Cáncer es una actividad totalmente consolidada que reúne a centenares de personas que no quieren perderse el evento, colaborar con una buena causa y de paso encontrar algún que otro chollo. Decenas de artículos esperan comprador en el mercadillo que se prolongará hasta el sábado y que puede visitarse en horario matutino de 10 a 14 horas y por las tardes de 5 a 8.
Paqui Aranda, presidenta de la asamblea local de la AECC Rioseco, dice que el inicio de la actividad ha sido inmejorable con una recaudación que supera los 600 euros. Normalmente, los beneficios que se obtienen cada año rondan los 2.200 euros, con lo que las previsiones en esta duodécima edición son muy halagüeñas.
“Destinaremos todos los donativos que obtengamos a la beca para investigación oncológica”, explica Aranda, que incide en que se necesitan mucha ayuda, porque la idea de la asamblea provincial es mantener una investigación por cinco años en Valladolid. Asimismo, los visitantes que se acerquen hasta el Patio de Columnas del Ayuntamiento podrán colaborar tomando un café solidario con un bizcocho, donado por confitería Cubero, o participar en la rifa del sorteo de una cesta navideña regalada por El Corte Inglés.
Hay objetos de todos los tamaños y donativos: desde 0,50 euros que cuesta un pequeño muñeco hasta 40 euros pagados por una bicicleta. Paqui Aranda dice que en el rastrillo hay de todo: “desde relojes, bicis, mochilas, ropa, muñecas, juguetes, juegos, objetos de menaje, de perfumería, bolsos, hasta todo tipo de libros, cuadros, material escolar, sin olvidar de ropa y artículos para bebés”, enumera Aranda.
El artesano José De Castro ha donado un cuadro del Cristo de la Clemencia tallado en madera. “Es una preciosidad”, dice Paqui Aranda, quien destaca que son muchos los riosecanos, los habitantes de la comarca e incluso de Valladolid los que llevan todo tipo de objetos, para que puedan ser puestos a la venta, mediante un donativo. Asimismo, se destaca el trabajo desinteresado de las nueve voluntarias de Rioseco, y otras que vendrán desde Valladolid. Todo ello para hacer posible una iniciativa tan solidaria como colorida.