La agrupación local del PSOE de Medina de Rioseco celebró este sábado un acto en el que rindió homenaje al que fuera el último alcalde de la localidad de la Segunda República, Bruno Merino, represaliado en los primeros días de la Guerra Civil. El acto se inició con el audiovisual Todos los nombres, que reivindica la lucha contra el olvido de los miles de desaparecidos en la provincia de Valladolid, siendo Rioseco la que más represaliados tuvo.
El homenaje fue presentado por el portavoz municipal del Grupo Socialista, Julio Galván, quien, a pesar de reconocer que el homenaje llegaba tarde, destacó que “es de justicia reconocer a las personas que defendieron los de República hasta el final”. En este sentido, adelantó que en el próximo pleno su grupo presentaría una moción para proponer un homenaje público a la figura de Bruno Merino.
Galván fue el encargado de recordar que Bruno Merino fue un próspero empresario con una tienda de comestibles y librería, que pertenecía a la Hermanad de la Desnudez y que había accedido a la alcaldía en julio de 1933, de la que fue apartado el 13 de octubre de 1934 por el gobernador civil por su tibieza en la condena de los sucesos ocurridos días antes, en los que murió un sargento de la Guardia Civil. También recordó que, en 1936, volvió a ser alcalde, siendo encarcelado el 19 de julio de ese año en la prisión de Cocheras de Valladolid, de donde saldría para “ser fusilado en una cuneta, tapia de cementerio o pinar”, una práctica habitual, según recordó el audiovisual.
Uno de los momentos más emotivos del acto fue cuando la veterana sobrina de Bruno Merino, Esperanza Peñalver, recibió una placa de la organización. En el acto también estuvo presente el presidente de la Valladolid de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Julio de Olmo, quien lamentó que “nuestra democracia ha preferido olvidar a los desaparecidos”.