El primer Ayuntamiento Constitucional

Nuestra colaboradora Teresa Casquete ya trajo a esta sección de La Voz del Ayer un artículo titulado Las primeras elecciones democráticas en Rioseco en el que daba cuenta de los resultados de aquellas elecciones municipales del 3 de abril de 1979 que suponían las primeras que se celebraban tras la aprobación de la Constitución de 1978.

Como quedó reflejado, fue la candidatura de la UCD la que obtuvo unos resultados que le permitieron formar un ayuntamiento estable con su mayoría de 8 concejales; y ello a pesar de que durante la campaña había sido bautizada como la “candidatura del silencio”, pues no presentó su programa electoral hasta cuatro días antes de las elecciones, justificándose en el respeto a las fachadas, los monumentos y la vida de la ciudad histórica, mientras el resto de candidaturas, aun con escasos medios, llevaron a cabo una activa campaña a través, incluso, de escritos a los vecinos señalando los problemas y presentando estudios y proyectos para solucionarlos. De lo que no cabe duda es que, sin evitar el debate político, aquella fue una campaña en la que se evitaron confrontaciones y se apeló al espíritu de reconciliación y consenso que venían caracterizando la transición democrática en toda España.

Así que con esas premisas y ese espíritu posaron el día de su toma de posesión, 19 de abril, los 13 miembros de la primera Corporación Constitucional de Rioseco. De izquierda a derecha Teófilo Albert (PSOE), Eduardo Franco (PSOE), Ignacio San José (PTE), Fernando Tomillo (PSOE), Manuel Galván (UCD), Justino Rodríguez (UCD), Carmen Fraile (UCD), Matías Lobato (UCD), Manuel Fuentes (UCD), Tomás López (UCD), Asunción Caramanzana (UCD), Justa Gil (PSOE) y Pedro Cuenca (UCD).

Esta primera corporación local sería la encargada de iniciar un periodo que, junto con el resto de administraciones públicas, llevaría a alcanzar cotas de desarrollo y prosperidad impensables en aquella fecha. Poco a poco irían asumiendo un número creciente de competencias que incrementarían la calidad de los servicios prestados y, por ende, la mejora de la calidad de vida de los vecinos. No todos acabarían esa legislatura, cuyo primer pleno tuvo lugar el 25 de mayo, algunos dimitieron por diversos motivos, pero ellos fueron los primeros.