4.821 riosecanos; al menos censados. Esa es la última cifra con la que el Instituto Nacional de Estadística ha actualizado el padrón de Medina de Rioseco en 2015. Un censo tan bajo como preocupante que hace descender el vecindario riosecano peligrosamente. En los siglos XX y XXI solo se tuvo menos población en la década de los veinte (4.791), los treinta (4.476) y los cuarenta (4.763) de la pasada centuria.
Medina de Rioseco se había acostumbrado a moverse en el filo de los 5.000 habitantes, una cifra quizá simbólica y un tanto psicológica. Lo cierto es que desde 2011, donde se sostuvieron 5.001, el padrón no ha hecho más que descender en los sucesivos años: 2012 (4.967); 2013 (4.938) y 2014 (4.906), hasta llegar en 2015 a los 4.821 habitantes, 85 vecinos menos en los últimos doce meses.
Lejos quedan ya los mejores años, en cuanto al censo municipal se refiere, como por ejemplo en 1990 donde éramos 5.058 riosecanos, el récord en número de habitantes en la época moderna.
El alcalde de Medina de Rioseco, Artemio Domínguez, ha justificado este pronunciado descenso en tres factores fundamentales: “la pirámide de población, donde nacen muchos menos de los que mueren; la disminución de inmigrantes que se han marchado a sus países de origen y muchas personas que aun viviendo en Rioseco siguen empadronadas en otros municipios”, ha enumerado.
El regidor riosecano hace un llamamiento de “responsabilidad y ética” a estas personas que habitan en Rioseco “y disfrutan de sus servicios” pero siguen empadronados en sus poblaciones natales. En este sentido, Artemio Domínguez cree que una posible solución para el descenso del padrón sería que algunos pueblos cercanos “se unieran de forma voluntaria a medina de Rioseco”. “Todos tenemos en mente pueblos muy cercanos y pequeños, en los que muchos de sus censados viven en Rioseco”, dice Domínguez.
El alcalde se muestra preocupado por el descenso en el número de habitantes, que hace que las aportaciones de instituciones como la del Estado o la propia Diputación de Valladolid, a través de Planes Provinciales, sea menor. “Aunque no un descenso trascendental”, ha concluido.