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La Semana Santa de 2015 será recordada por la banda del Nazareno de Santiago y la Santa Verónica. No solo cumplían su veinte cumpleaños, sino que por primera vez acompañaron a sus pasos titulares el Jueves Santo reconvertidos en Agrupación Musical, la primera que se crea en Rioseco.
Este sábado quisieron poner la guinda a un año especial recuperando, después de tres años, su certamen Nostalgia de un tambor, que se estrenó por vez primera en 2007. Para ello, la agrupación se rodeó de dos bandas “hermanas” como la riosecana del Santo Cristo de la Clemencia y la vallisoletana del Santo Cristo de la Preciosísima Sangre.
Un certamen que tuvo más de una hora de retraso y que no empezó hasta que concluyó la eucaristía de monseñor Blázquez con motivo de la Misión Parroquial en el templo de San Pedro. Precisamente y ya en la calle Mayor, la agrupación musical del Nazareno dedicó su primera marcha, La Oración en el Huerto, al cardenal-arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez.
Más tarde se iniciaba un pasacalles por la Rúa Mayor, calle Santa María y Mediana hasta llegar a la iglesia de Santiago, donde estaba previsto el concierto. Manuel Calvo, director de la banda, pedía disculpas por el retraso “totalmente ajeno a nuestra organización”. A pesar de la demora, muchas personas no quisieron perderse el concierto, agarrándose así a una Semana Santa que no quería finalizar.
Quince nuevos componentes para la próxima temporada
Manuel Calvo hacía un balance muy positivo de esta Pasión 2015. “El proyecto de la nueva agrupación es muy motivante. Hoy somos 36, pero en los próximos días tenemos una reunión y estamos a la espera de una quincena de altas”. Además de la exitosa presentación de la agrupación que tuvo lugar el 28 de febrero en la iglesia de Santiago, con un innovador montaje de luz, sonido e imagen, los nazarenos participaron en un certamen en la vallisoletana iglesia de la Antigua, escoltaron al Cristo del Olvido en la noche del Lunes Santo en Valladolid y, por supuesto, acompañaron a Jesús Nazareno y la Santa Verónica, en la procesión del Mandato el Jueves Santo.