El mejor aislamiento térmico insuflando celulosa

La preocupación por evitar las humedades y el aislamiento térmico es cada vez más frecuente en los hogares del siglo XXI. Por eso, desde hace un año la empresa de Pintura del riosecano Antonio Alonso Narváez, a través de EcoHome ofrece la solución definitiva al aislamiento térmico, acústico y ecológico.

Se trata de un innovador sistema de insuflado de celulosa o incluso de lana de roca, directamente en el interior de las paredes. Antonio Alonso dice que apuesta más por la celulosa, “por las características del propio material”.

“En nuestra larga trayectoria como pintores nos encontrábamos en muchas viviendas problemas de humedades. El problema reside en que muchas casas de los años ochenta se construían solo con una cámara de aire, pues se pensaba que ese sistema era por sí solo capaz de regular los cambios de temperatura. Al final la fachada se puede fisurar y de ahí provienen corrientes dentro de la cámara que provocan los problemas de condensación”, explica el empresario riosecano.

Los resultados son “sorprendentes” según explica Antonio Alonso y el “cambio en la vivienda es espectacular”. “Al rellenar las cámaras de aire con una barrera aislante, la casa actúa como un termo de agua caliente que no deja escapara el calor del interior de la vivienda”. Las ventajas son claras, según el responsable de EcoHome. “conseguimos ahorro energético y un confort térmico. La calefacción hay que darla, eso está claro, pero no existen pérdidas de calor y podemos mantener 19 grados y con menos tiempo conseguimos mejores resultados”.

Poco a poco esta empresa riosecana va diversificando sus servicios. Además de todo lo que tenga que ver con la pintura, ahora ofrecen su experiencia en el aislamiento. “Es un producto ecológico, ignífugo, por lo que no arde”. Su instalación es muy sencilla: “Se visita la vivienda y se realiza una cata para asegurarnos que la cámara está vacía o que, aunque tenga aislante, hay espacio suficiente para poder rellenar”.

Antonio Alonso confirma que el coste es asequible, y que por se presenta un presupuesto sin compromiso. Más tarde habrá que inyectar el aislante, bien desde fuera de la casa o por dentro.  “El material pasa por la manguera con un caudal abundante de aire. Se distribuye todo el aislante por un pequeño agujero y se compacta”, dice el empresario, quien recuerda que en no mucho tiempo el certificado energético va a ser obligatorio para poder alquilar o vender la vivienda. “De esta manea podemos subir una letra la calificación energética de la vivienda”, concluye Antonio Alonso.