Han sido meses de intenso trabajo. El objetivo, recuperar todo el esplendor de la talla de la cofradía de Nuestro Padre Jesús de Galiana de Avilés, cariñosamente conocido en la localidad asturiana como Jesusín de Galiana y de la que presumen como la única de toda España que representa al nazareno en su primera caída camino del calvario.
Ha sido el escultor riosecano Ángel Martín el encargado de la restauración de esta escultura fechada en 1949 por el imaginero de Cuenca Luis Marcos Pérez y que fue donada por la familia Castro. “La imagen llegó en muy malas condiciones, debido a varias restauraciones inadecuadas. Hubo que restablecer la policromía y rellenar pérdidas volumétricas. También había lagunas cromáticas. Se ha conseguido recuperar la claridad de cuando fue realizada por Luis Marcos Pérez”, decía el riosecano.
El pasado 23 de noviembre la talla regresó a su casa. Allí fue recibida en la iglesia de San Nicolás de Bari de Avilés, por sus cofrades y por un buen número de fieles que no quisieron perderse la llegada de Jesusín de Galiana que, posteriormente, fue trasladado en procesión a la capilla donde reposa todo el año, sede de la hermandad. El propio Ángel Martín participó en la ceremonia. Saturnino Paniagua, hermano mayor de Nuestro Padre Jesús de Galiana, se mostraba orgulloso y calificaba de “momento muy grande” después de cinco meses de trabajo.
Justificó la restauración por el mal estado de conservación que presentaba la pieza y que incluso amenazaba “con que se nos cayera a cachos en una procesión de Semana Santa”, decía Paniagua, en declaraciones recogidas por el diario asturiano La Nueva España, donde también desveló que la hermandad ha sufragado el coste de la restauración con cargo al premio de la lotería de Navidad de hace un par de años y con las donaciones de los propios cofrades.
Nuestro Padre Jesús de Galiana sale en procesión cada Miércoles y Viernes Santo. En el primero de los cortejos, es el protagonista en el Santo Encuentro, mientras que el Viernes, participa en la procesión del Santo Entierro. Ángel Martín ya restauró también Nuestra Señora de los Dolores, también en Avilés.