Y al tercer día resucitó. Y a los nueve días, seis procesiones después, 22 pasos en la calle, más de 3.000 cofrades, la Semana Santa de Rioseco echó el telón. Fue tras una soleada y concurrida procesión del Encuentro, en el que los cofrades despojaron de sus lutos a la Virgen de la Alegría, tras el encuentro con su hijo, Jesús Resucitado.
El sol, aunque ya con un tiempo más frío, fue el protagonista de este alegre cortejo. Igual que ha ocurrido durante toda la semana, en la que por segundo año consecutivo se ha disfrutado de una buena temperatura, lo que ha permitido que todos los desfiles pudieran salir a la calle sin ningún problema.
Al filo del mediodía el paso de Jesús Resucitado salía de Santa María dirección al templo de Santa Cruz. De la sede del Museo de Semana Santa aparecía una enlutada Virgen de la Alegría. Allí protagonizaba uno de los momentos más emotivos y alegres de la Pasión: el Encuentro. Con los sones del Himno Nacional se retiraba el luto a la Virgen y se soltaban tres palomas al cielo riosecano.
Más tarde Virgen y Cristo desfilaban por las calles de Rioseco, acompañados de su cofradía titular, de las varas y banderines del resto de hermandades riosecanas, autoridades y Junta de Semana Santa, además de la banda del Cristo de la Clemencia y de la Banda Municipal, sin faltar las populares mantillas blancas.
La procesión finalizó en la iglesia de Santa María donde se celebró una eucaristía solemne en la que se celebró la Resurrección de Cristo. Más tarde, la popular cofradía –a ritmo de charanga- disfrutó de un animado vermú. La Semana Santa tocaba a su fin, y aunque aún queda un largo año, en el rostro de riosecanos y cofrades se intuía la satisfacción de haber vivido una gran Semanas Santas.