Cerca de un centenar de caballistas, acompañados de docenas de vehículos a motor, han participado en el encierro por el campo en la mañana de este domingo con motivo de las fiestas patronales riosecanas de Castilviejo.
Al filo de las 10 de la mañana, caballistas y espectadores se citaban en el pago conocido como La Perla, muy cercano a la ermita de Castilviejo. El club de caballistas riosecanos Hermanos Peralta ha repartido –como es habitual orujo y pastas- para hacer más llevadera la espera. Minutos después dos vacas, una negra y otra colorada, saltaban a barbechos y rastrojeras para protagonizar un entretenido festejo.
El astado negro ha salido veloz y ha protagonizado una larga cabalgada seguida de algunos jinetes que han cortado la dirección del animal cuando se aproximaba a las cercanías de Rioseco. Allí se han visto algunas buenas arrancadas y carreras más ajustadas.
El otro animal ha dado menos juego, y a las primeras de cambio se ha parado. Ambas vacas fueron conducidas de nuevo al camión para dar por concluido el encierro, no sin que antes Jesús Pérez torease a pie ambos animales.