Don Bartolomé de Medina O.P. (Medina de Rioseco, Valladolid. 1527- Salamanca, 1581). Fraile dominico y teólogo español. Los primeros datos que conocemos sobre la vida de Bartolomé de Medina nos los proporcionan los historiadores del Convento de San Esteban de Salamanca fray Alonso Fernández, Juan de Araya y José Barrios.
Según estos historiadores, Bartolomé de Medina habría nacido en Medina de Rioseco, provincia de Valladolid, en 1527. El hecho de que el año de su nacimiento coincida con el del Rey Felipe II nos anticipa el ambiente en el que vivirá y crecerá Bartolomé de Medina. Sin embargo, nada sabemos sobre sus primeros años.
Según estos mismos historiadores, sus padres fueron Andrés de Lillo y Ana de Santillana, pero desconocemos si tuvo algún hermano o cuánto tiempo permaneció en Medina de Rioseco. La parte de la vida de Medina que mejor documentada está es la que acontece en Salamanca, cuando Bartolomé ingresa en la Orden de los dominicos en el Convento de San Esteban.
Así, según el testimonio del historiador Juan de Araya, Bartolomé de Medina “tomó el hábito en este Convento de San Esteban, donde también hizo profesión a 26 de Noviembre del año 1546”. Una vez más encontramos en la vida de Bartolomé de Medina una fecha muy significativa, pues el 12 de agosto de 1546, el maestro Francisco de Vitoria fallecía en el mismo Convento de San Esteban. Esto nos desvela que si bien, Bartolomé de Medina debió coincidir algún tiempo con el maestro dominico, resulta poco probable que pudiera asistir a sus clases magistrales, pues al final de sus días el estado de salud de Francisco de Vitoria era ya muy delicado.
Formó parte de la llamada Escuela de Salamanca, y es conocido como el creador de la doctrina del “probabilismo”, según la cual no hay un solo camino para hacer el bien, sino que debe de elegirse el que más probablemente lleve al bien: «Si una opinión es probable, puede seguirse, aun cuando la opinión opuesta sea más probable» en su libro Expositio in Iam-IIae, publicado en 1577. También publicó: Tratado sobre la Usura y los Cambios, escrito con fray Mancio de Corpus Christi y Comentario a la Suma Teológica de Aristóteles. En 1576 ocupó la cátedra de Prima en Teología en la prestigiosa sede de la Universidad de Salamanca. Formando parte de la corriente renovadora que supuso la conocida como Escuela de Salamanca, que tuvo a Francisco de Vitoria como su principal representante, y que intentó conciliar el tomismo con el nuevo orden económico.
Gracias a los libros de matrículas que se conservan en el Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca, lo que sí se puede constatar es que Bartolomé estuvo matriculado en Teología en los cursos académicos que van de 1551 a 1553. A partir de aquí, Bartolomé de Medina debió alternar su estudio personal con la estancia en otros conventos pues, según nos informa Alonso Getino, tras su paso por Salamanca, Medina fue elegido para ocupar una plaza en el Colegio de Santo Tomás de Alcalá y al poco tiempo, otra en el colegio de San Gregorio de Valladolid.
Consta que durante el curso académico 1565-1566 Bartolomé de Medina ya se encontraba en Salamanca. Aunque Bartolomé todavía no era catedrático de la Universidad, desde 1565 impartía una lección diaria de Teología en su convento de San Esteban. Según apunta Juan de Araya, “a penas comenzó a leer esta lección, cuando se comenzó a despoblar la Universidad y quedarse desierta viniéndose todos los estudiantes al convento y dejando a los catedráticos de la Universidad. (…) Unos a otros se iban llamando los estudiantes, y unos tras otros se iban viniendo a San Esteban, arrastrados del maravilloso estilo del que de nuevo había venido a leer a Salamanca”.
Mas estos datos, que revelan el éxito docente de Bartolomé de Medina, no debieron agradar al catedrático de Vísperas que leía en la Universidad a la misma hora que Bartolomé impartía su lección en San Esteban. A esto se suma el hecho de que el catedrático que vio disminuir el número de asistentes a su clase era el agustino Juan de Guevara lo que va a motivar una denuncia de éste. El joven Bartolomé de Medina, que había dado muestras de su buen hacer en diferentes conventos dominicos, es llamado por sus prelados para que lea Teología escolástica en el Convento de San Esteban. Hasta aquí no hay mayor problema, pero Bartolomé de Medina lo hace de un modo que no gusta al catedrático de Vísperas.
Según éste, Bartolomé de Medina ha permitido que asistan a su clase estudiantes que no eran de su Orden y esto estaba prohibido por los Estatutos de la Universidad. Juan de Guevara debió sentirse molesto ante esta situación y el 22 de noviembre de 1566 denuncia el suceso ante el rector de la Universidad. No era la primera vez que Bartolomé de Medina tenía problemas con los agustinos. Antes de que Juan de Guevara le denunciara por leer a la misma hora que él, el famoso religioso y escritor fray Luis de León había presentado un recurso contra él por haber sido elegido sustituto de la cátedra de Prima.
A pesar de todo esto, Bartolomé de Medina debía gozar de muy buena fama en la Universidad, pues el 10 de mayo de 1569 el rector no duda en nombrarle vicerrector aun cuando todavía no era miembro del claustro universitario. Según sus biógrafos, Medina debió fallecer “quebrantado por los estudios”. El historiador del Convento de San Esteban fray Alonso Fernández cuenta que a Medina le sobrevinieron unas “cuartenas (fiebres y calenturas) tan molestas y largas” que le duraron un año entero. Esta información queda confirmada por los Libros de visitas de cátedras pues allí se dice que Bartolomé de Medina no pudo comenzar el curso 1579-1580 por encontrarse enfermo.
Así pues, parece que su muerte tuvo lugar a finales de diciembre de 1580. Decimos a finales de diciembre porque no se ponen de acuerdo sus biógrafos. Juan de Araya, Alonso Fernández y Alonso Getino aseguran que aconteció el 30 de diciembre. Sin embargo, José Barrientos opina que debió ser el 31. Si se observan los documentos de la Universidad de Salamanca parece más probable esta última fecha pues, además de los argumentos aportados por Barrientos (Libros de claustros), al anunciar que su cátedra ha quedado vacante, se dice que esto sucedió el 31 de diciembre.