En el diario La Correspondencia de España, se recogía el día 28 de abril de 1868 la siguiente noticia, protagonizada por la Hermandad del Nazareno de Santiago, que este año precisamente celebra el centenario de su reorganización:
“Dicen de Valladolid que el señor cardenal arzobispo de la diócesi (sic) ha concedido 100 días de indulgencia al gremio del Santo Cristo titulado El Nazareno, declarándose hermano y protector de la cofradía sita en Rioseco.
Su eminencia expedirá uno de estos días las ejecutorias, no habiéndolo hecho aún por faltar el sello cardenalicio de que quiere que vayan dotadas como prueba de mayor aprecio al gremio de Jesús Nazareno. No será extraño, añade el diario vallisoletano, que dá la noticia, que su eminencia girase una visita á Rioseco muy en breve”.
No sabemos de quién partió la iniciativa, si de la hermandad riosecana o del arzobispo vallisoletano. Éste era Juan de la Cruz Ignacio Moreno y Maisanove, que había llegado a la diócesis pucelana el 1 de octubre de 1863 procedente de la de Oviedo. Un mes y medio antes de la publicación de la noticia, el Papa Pío IX (el famoso Pío Nono), le había elevado a la dignidad de Cardenal presbítero de la iglesia de Santa Maria della Pace, en Roma. Quizá como reconocimiento a su nuevo cargo en la Iglesia Católica, el entonces Gremio de Jesús Nazareno le concedió los títulos de hermano y protector que se nombran en el artículo de La Correspondencia. Y puede que el prelado, como agradecimiento, expidiera entonces la citada indulgencia.
Por desgracia la historia de la Hermandad del Nazareno de Santiago hay que escribirla hoy a través de fuentes indirectas -por referencias a la misma en documentos de otras cofradías e instituciones-, porque el popular gremio riosecano no conserva su documentación histórica. La reaparición de la misma (libros de acuerdos, cuentas, listados de hermanos, correspondencia, etc.) sería una de las mejores noticias para este año de celebraciones.