El agonizante y penoso final de un molino harinero


Construido en el siglo XIX, con una estética parecida a la Fábrica de Harinas San Antonio, el molino harinero del Canal de Castilla se levantaba, con varios pisos, junto a la histórica puerta de San Miguel del siglo XVI. Todavía son muchos los riosecanos que recuerdan con emoción la intensa labor que durante muchos años prestó a toda la comarca.

Sin embargo, el hombre es ingrato y, cuando su uso dejó de ser necesario, el viejo molino cayó en el olvido, y la desidia y la rapiña hicieron el resto. Como ocurre con muchas personas cuando se hacen mayores, ya nadie se acordaba del servicio que había prestado a la sociedad. Entonces, el edificio, sobrio y elegante, se fue poco a poco deteriorando, sin que nadie quisiera evitarlo, con una lenta, pero segura muerte anunciada, que llegó el pasado mes de marzo cuando fue pasto de las llamas.

Desde lavozderioseco.com no creemos que un edificio con tanta historia y que tan buen servicio ha prestado, merezca que agonice de esta forma. Por eso, pedimos, a quien corresponda, bien a los propietarios, bien a las administraciones, que se tomen las medidas oportunas para que se lleve a cabo alguna medida como su rehabilitación,  como la consolidación de sus ruinas, o, en su defecto, que sea derruido y, con ello, entre otras cosas, evitar que se convierta en un peligro para los viandantes.

En definitiva, acabar con la agonía de un emblemático edificio que no merecía tener un final tan deshonroso, más si se tiene en cuenta que este molino harinero aparece en el Plan Regional del Canal de Castilla, aprobado por Decreto 205/2001, de 2 de agosto, como edificio que hay que proteger en la Categoría estructural, que “protege la identidad del edificio y de los elementos básicos que definen su forma d articulación, uso u ocupación del espacio”, y sin olvidar que este molino está en relación directa con el Canal de Castilla que, por Decreto 154/1991 de 13 de junio, fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.



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