In memoriam.
Hoy el azul de la bandera europea cuenta con una estrella más. A través de las redes sociales, me he enterado de la muerte de Manuel Marín, compañero de partido, excomisario Europeo y expresidente del Congreso.
En vísperas del 39 Aniversario de la Constitución, cumpliéndose 30 años del Programa Erasmus y 32 del ingreso del España en la UE, la familia socialista y europea pierde a uno de sus valores más lúcidos, cultos y clarividentes.
Hace unos años, por responsabilidades anteriores, tuve el enorme placer de ser compañero de mesa en una ponencia con Manuel Marín.
La primera impresión que me causó fue la de ser una persona extremadamente ordenada, culta y cercana. Con el paso de los minutos, se confirmaron esas sensaciones, pero pude apreciar también su buen humor y hasta cierta socarronería manchega.
Tras la ponencia, tuve ocasión de entablar una breve conversación con él, de temas banales y de temas profundos, muy profundos.
El Sr. Marín, como le llamé durante toda la conversación (pese a su insistencia para tutearle) era un europeísta convencido. Me estuvo relatando de una manera somera, el arduo y complejo proceso de ingreso de España en las Comunidades Europeas en 1985, así como todo el desarrollo del programa Erasmus, ya que él fue uno de los padrinos, y junto con el impulso del Presidente Felipe González y del francés François Mitterrand, se puso en marcha este reconocido programa que ha permitido la movilidad de más de 4’4 millones de universitarios europeos desde 1987.
Actualmente no se puede comprender la perfecta adaptación de España a la Unión Europea sin la impagable aportación y experiencia de Manuel Marín, que junto el entonces Ministro Fernando Morán, llevaron a la firma del tratado de adhesión el 12 de junio de 1985.
En la historia más reciente, de las últimas responsabilidades de Manuel Marín fueron la presidencia del Congreso de los Diputados del 2004 al 2008. Una legislatura, que según sus palabras, fue “especialmente bronca”, en la cual tuvo el empeño de devolver a la Cámara Baja las formas y la elegancia del parlamentarismo de primeros del siglo XIX, pero con una modernización del Congreso aún con su consabida inflexibilidad en la aplicación del reglamento.
En resumen, un militante del PSOE desde 1974, un europeísta convencido, un socialista de la cabeza a los pies, y una mente lúcida que aprovecho su experiencia en su época dedicada a la docencia en la universidad; que se ha ido de este mundo de una manera discreta y sin llamar la atención.
Que la tierra te sea leve, compañero
Rodrigo Antón Galindo. Secretario de Organización. PSOE Medina de Rioseco