“Es preferible pasar frío que hambre”. Esta frase resumía perfectamente el estado de Marco Valdegrama, el vecino de Villardefrades que, desde ayer, permanece acampado en el exterior de la oficina de Caja España-Caja Duero en Medina de Rioseco para solicitar la devolución de 7.900 euros que tiene en obligaciones desde hace algún tiempo.
La cronología del suceso es tal y como relató a La Voz de Rioseco el afectado: Hace, aproximadamente dos años y medio o tres, Valdegrama, actualmente desempleado, contrató una inversión en obligaciones, “un dinero que he podido hacer líquido cuando me hacía falta porque, como es lógico, es mío”. El problema ha surgido la semana pasada cuando el Mercado Nacional de Valores da la orden por la que se impide “hacer ventas en los mercados secundarios”, según ha relatado el afectado, que no pondrá fin a la acampada hasta que no le devuelvan su dinero.
El director de la sucursal de Caja España-Caja Duero ha declinado hacer declaraciones y remite al servicio de prensa de la entidad financiera. Ayer mismo la Cadena Ser adelantaba que según el banco “la esposa del cliente tiene un contrato cuyo vencimiento no tendrá lugar hasta el 25 de febrero de 2015”.
Valderrama asegura que “es rotundamente falso” y dice que si así fuere “por qué ha podido hasta hace bien poco disponer libremente del dinero”. “Creo que me están llamando idiota a la cara y jugando con el pan de mis hijos”, dice el vecino de Villardefrades, quien desde hace años trabaja con esta sucursal riosecana por “la relación personal con alguno de sus trabajadores”. El afectado no descarta emprender acciones legales, apoyado por ADICAE, una Asociación de usuarios de banca. «Yo puedo demostrar todo con papeles. Ellos no pueden sacar nada a la luz porque, gracias a Dios, tenemos una Ley de Protección de Datos».
Una solución que no le convence
La solución propuesta por la entidad financiera es la de la concesión de un crédito a interés cero por valor de la misma cifra y recuperar así su capital. “Esta es la gota que ha colmado el vaso. Esta mañana [por ayer] me llamaron para pedirme una copia de mi declaración de la renta, que es inferior al importe que solicito, para ofrecerme un crédito. Aunque sea sin intereses yo no quiero endeudarme más, que bastante deudas ya tengo”, dijo el afectado, que a las tres de la tarde se establecía “de forma indefinida” en la puerta de la riosecana oficina de Caja España-Caja Duero ante la curiosidad de vecinos y viandantes. El acampado solictó permiso para instalar su tienda de campaña en la vía pública a la subdelegación del Gobierno, de la que espera una respuesta, y al Ayuntamiento de Medina de Rioseco, “que ni apoya, ni va en contra”.
Marco Valdegrama, de 42 años, comercial autónomo aunque ahora en paro, asegura que no quiere “protagonismo”, aunque sí pretende que su gesto se generalice en todas las oficinas donde haya un afectado, en una problemática que ocurre en todo el territorio nacional. “por aquí han pasado ya muchas personas en mi misma situación, muchos de ellos vecinos de Rioseco. Me conformo con que en la puerta de cada sucursal en la que haya un afectado se plante una tienda de campaña”.
La situación de Valdegrama es complicada. “Tengo dos hijos pequeños y llevo en paro un año y medio. Ahora vivo de la caridad de mi familia y de algunas organizaciones como Cáritas. Por eso pido mi dinero, que es mío”, recalcó ayer el afectado, que aguantaba estoicamente el intenso frío que congelaba su cuerpo. Algunos vecinos se acercaron hasta esta improvisada acampada para interesarse por su situación, ofrecer ayuda e, incluso, llevarle café.