El riosecano Francisco de la Iglesia, junto a Elena Pastor, ha renunciado a participar en la aprobación de las listas de las candidaturas al Congreso de los Diputados y al Senado para las próximas elecciones generales, a pesar de que se les propuso formar parte de ellas, para no ser «cómplices» de «resultados cocinados».
En un mensaje, ambos candidatos, que se presentaron para concurrir a las primarias de las que salen los candidatos a las cámaras baja y alta, han afirmado que renuncian porque no quieren «ser cómplices de unos resultados cocinados» para obtener el orden que «unas personas decidieron en un despacho». De la Iglesia ya postuló su candidatura al Senado a través de un comunicado que recogió La Voz.
Además, han acusado a quienes deciden el orden en las listas de intentar «cubrir de democracia y voto directo» lo que ha sido, a su juicio, la decisión «de unos pocos». También han criticado la «falta de transparencia» en el proceso y las «versiones contradictorias» sobre la contabilización de votos en algunas de las asambleas celebradas, por lo que «se cuestionan los resultados planteados».
A su juicio, incluso con los datos facilitados en la Ejecutiva de ayer, que sitúan a Soraya Rodríguez y Cecilio Vadillo como números uno y dos al Congreso y a Emilio Álvarez y Emiliana Centeno en los mismos puestos al Senado, las candidaturas presentadas «no atendían a ese orden», ya que Elena Pastor aparecía como suplente cuando «tenía más votos» que quien ocupaba el quinto lugar de los titulares en la candidatura al Congreso de los Diputados.
Francisco de la Iglesia, quien ha obtenido en número de votos el quinto puesto en la lista al Senado, ha añadido que, en defensa del «sistema de elección a través del voto directo», no participarán de algo que «va en contra de la voluntad de la militancia», por eso han reprochado que se haya «vulnerado el principio fundamental de igualdad de oportunidades en el acceso a los cargos públicos» de cualquier militante del PSOE.
«Existen personas a las que se ha promocionado por encima de otras», han criticado antes de considerar que, por ello, el secretario general, Javier Izquierdo, estaría «inhabilitado para dirigir cualquier proceso del partido».
Por último, han agradecido «a todas las personas» que confiaron en ellos con su voto, y les han pedido disculpas por confiar en ellos y después renunciar a ir en las candidaturas, pero han anunciado que, por encima de su interés personal, «está la legitimidad del PSOE» y por eso han afirmado que han actuado «en coherencia con sus principios».