Recordar a aquellos que ya no están con nosotros es mantener viva su presencia. Algo que ayer llevó a cabo la localidad de Cuenca de Campos con el emotivo homenaje póstumo a su vecino José Millaruelo Aparicio, fallecido el 24 de abril, en reconocimiento a las muestras que durante su vida tuvo para con su pueblo, colaborando y participando en numerosas actividades organizadas en terracampina localidad.
El homenaje se inició en la Casa de Cultura con un acto en el que intervinieron el alcalde de la localidad, Faustino González, el diputado provincial, Celiano Vielba, el secretario de la Organización Iberoamericana de Cooperación Intermunicipal (OICI), Enrique Orduña, el escritor Godofredo Garabito, y el canónigo de la Catedral de Valladolid, Jesús Hernández, quienes en sus palabras coincidieron en destacar la cercanía y disponibilidad de la que Millaruelo siempre mostraba como ciudadano ejemplar. En este sentido, el alcalde recordó cómo la ermita de San Bernardino de Siena se pudo restaurar gracias al empeño y las gestiones de Millaruelo.
También, Pilar Hernández, suegra del homenajeado, dijo unas emotivas palabras en recuerdo de su yerno, en presencia de su viuda, María del Mar Frontela, y de sus hijos quienes, tras el acto en la Casa de Cultura, descubrieron en la fachada de su casa una placa que recordará la memoria del que fuera su marido y padre.
Al acto, también asistieron el decano del Colegio Notarial de Valladolid, Francisco Fernández, amigos, familiares vecinos y compañeros en los cargos que ocupó Millaruelo, como el de notario en las localidades palentinas de Frechilla y Herrera de Pisuerga, en la asturiana de Luarca, en Medina del Campo o Valladolid.
También presidió el consejo rector de Caja Rural, fue socio fundador de Adri Valladolid Norte, exalcalde y secretario durante treinta años de la cofradía vallisoletana de Las Angustias y pregonero de la Semana Santa de Medina de Rioseco, localidad en la que fue hermano y mayordomo de la Hermandad de La Flagelación.