La tarde de este domingo cinco de enero, víspera de la festividad de los Reyes Magos, fue accidentada en el término municipal de Rioseco. Hasta cuatro accidentes diferentes se registraron en un plazo de tres horas en el trayecto que discurre desde el propio municipio a las curvas de la nacional 601, conocidas como Coruñeses.
Afortunadamente en ninguno de los cuatro siniestros hubo que lamentar heridos de gravedad, aunque en dos de ellos, los servicios médicos tuvieron que evacuar a sendos hospitales de Valladolid a dos de sus ocupantes.
El primero de ellos ocurría poco después de las tres de la tarde, en la última de las curvas de Coruñeses (sentido Rioseco) cuando un coche perdió el control y volcó. Dos horas más tarde, en ese mismo lugar se producía un alcance múltiple, que se saldó sin heridos.
La entrada a Medina de Rioseco también fue conflictiva. Un vehículo chocaba contra el pretil del puente Mayor, de la carretera Valladolid-León, junto al convento de las Claras. Afortunadamente la valla metálica aguantó bien la colisión y el coche no cayó a las aguas del Río Sequillo, aunque la parte delantera del turismo sí que logró sobrepasar el pretil.
El siniestro más grave se producía al filo de las seis de la tarde, en el kilómetro 235 de la N-601, poco antes del matadero riosecano. Una persona resultaba herida, tras salirse y volcar el vehículo en el que viajaba, que quedó en la cuneta completamente volcado. El herido fue trasladado, según fuentes de la Guardia Civil de Tráfico, al Hospital Río Hortega de Valladolid.
La casualidad ha querido que en un espacio de tres horas y en poco más de cinco kilómetros de distancia se hayan tenido que lamentar hasta cuatro accidentes. Nadie se explica cómo ha podido ocurrir, máxime cuando no existía niebla y la carretera no estaba helada.