Llamada de emergencia. Una anciana no responde a las llamadas desde hace dos días. Nadie tiene llaves de su casa. Los bomberos llegan y deben forzar la puerta para acceder a la vivienda. En apenas unos minutos, los efectivos del parque de bomberos de Medina de Rioseco están dentro. La anciana yace semiconsciente en el suelo. Los servicios de emergencias hacen su trabajo. Afortunadamente se ha llegado a tiempo.
Esta situación de emergencia, ficticia en este caso, suele ocurrir con frecuencia. Un incendio, un niño encerrado, alguien que no contesta… Es por ello, que los bomberos deben estar perfectamente acostumbrados al forzado de puertas para situaciones de emergencia como las descritas. Un total de 25 bomberos del parque de Rioseco y de Tordesillas han asistido durante dos jornadas a un curso en el que precisamente se han formado en esta temática.
José Luis Gil, jefe del parque de bomberos, explica que los bomberos de Diputación de Valladolid cuentan con 41 horas de formación obligatoria cada año. “Ya estuvimos en un curso de rescate en lámina de agua que se impartió en el río Duero en Tordesillas y ahora ha tocado el forzado de puertas”, dice.
Ya es la segunda vez que abordan este tema, “por lo que en cada curso mejoramos nuestra formación”, dice José Luis Gil, quien recuerda que otros cursos han servido para mejorar en excarcelaciones o en diferentes tipos de fuego. En esta ocasión, fueron dos bomberos del parque de la Diputación de Huelva y uno del Ayuntamiento de Sevilla quienes impartieron la información, que se centró en distintos tipos de cerraduras. De su formación depende la seguridad ciudadana.