El Club Deportivo Almirantes solventó sin problemas el partido que le enfrentaba, en la tarde del pasado sábado, al equipo pucelano de Ansúrez. El encuentro medía a dos conjuntos con rachas muy dispares en lo que va de Liga. Así, el marcador final fue un claro reflejo de la diferencia existente en la clasificación entre ambos grupos (segundo frente a penúltimo). Pese a estos datos, el equipo salió a darlo todo desde el primer minuto al Pabellón de Deportes de Peñafiel. Y es que el partido en la ida fue bastante disputado y el juego del equipo de Ansúrez mejora día a día. Además, el CD Almirantes viajaba con las bajas de varios de sus jugadores importantes en los últimos encuentros, por lo que no podía confiarse en exceso, si no quería llevarse un susto.
Fue precisamente en esa intensidad inicial cuando se resolvió el partido. El equipo riosecano salió muy serio en defensa, como viene siendo habitual, y estuvo muy acertado en ataque, sobre todo, durante el primer cuarto. El base, Iván, fue el jugador que marcó las diferencias, anotando once puntos y repartiendo continuas asistencias a sus compañeros (19-2). A partir de ese momento, el CD Almirantes se relajó y se dejó llevar por el juego lento y pausado de sus rivales. El segundo cuarto lo ganó el conjunto de Ansúrez, reduciendo mínimamente la diferencia en el marcador (25-12).
Tras el descanso, el partido seguía la misma tónica, incluso el ritmo era aún más pausado. El equipo pucelano no tenía reparos en alargar sus posesiones y el CD Almirantes estaba mucho más fallón en ataque, por lo que el marcador prácticamente no se movió (28-14). Fue en este momento cuando el míster, Luis Alfonso, hizo reaccionar a sus chavales. Y es que pese a que el partido estaba prácticamente resuelto, el equipo estaba mostrando un juego muy por debajo de su nivel habitual.
Para que volviera la intensidad en ataque, el entrenador obligó a sus jugadores a atacar sin botar el balón cuando estuvieran en campo contrario y quien no lo cumpliese, se iba directamente al banquillo. La táctica de De la Iglesia funcionó: el juego empezó a ser mucho más fluido, el equipo comenzó a crear espacios y las canastas cayeron de forma sencilla. De esta manera, el CD Almirantes arregló un partido sin mucha historia, pero con el buen ambiente que reina siempre que ambos conjuntos se enfrentan (51-14).
Una rueda díscola
La anécdota de la jornada se produjo durante el viaje de ida hasta Peñafiel, donde se disputaba el partido. A mitad de camino, uno de los coches en los que se desplazaban los jugadores del CD Almirantes empezó a vibrar más de lo habitual. Desde el interior del coche se dieron cuenta y empezaron a disminuir la velocidad, intuyendo que se había pinchado una rueda. La sorpresa llegó en ese preciso instante, cuando los pasajeros del vehículo pudieron presenciar, en riguroso directo, como el neumático pinchado les adelantaba sin ni siquiera poner el intermitente. Por suerte, no hubo que lamentar ningún tipo de daño físico y, tras poner la rueda de repuesto, pudieron retomar el viaje y llegar sanos y salvo a su destino.
Este domingo a las 11 horas el Club Deportivo Almirantes se medirá al Caspi.es CB en el pabellón cubierto del Polideportivo Municipal de Medina de Rioseco. El partido estará animado por la mascota del conjunto azulón: el cocodrilo Baluni. También, el club de baloncesto riosecano celebrará el día del socio con la entrega de diferentes regalos.
Ansúrez 14: Ramos (-), Gutiérrez (2), Raúl (1), Alfredo (6), Bosque (2). CINCO INICIAL: Delgado (3).
CD Almirantes 51: Iván (11), Edu (4), Agustín (4), Toribio (2), Dani Verdejo (8). CINCO INICIAL: Luis (9), Cartón (-), Óscar (-), Viduka (11), Ramón (2).
Árbitros: Sergio y José Manuel.
Eliminados: sin eliminados.
Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 10 de la Liga BasketVall división de Plata, primera de la segunda vuelta de la fase regular, disputado en Peñafiel.