Había ganas de Semana Santa. Ganas de procesión y sobre todo muchas ansias de ver, un año más, los pasos en la calle en Jueves Santo. El día fue brillante, radiante y muy soleado; aunque cuando cayó la noche, la temperatura bajó considerablemente y el frío se apoderó de visitantes y cofrades quienes disfrutaron de la procesión del Mandato y de sus diez pasos por las rúas riosecanas.
El pardal indicó con su particular toque al primero de los conjuntos escultóricos, La Oración en el Huerto, que era la hora. Uno a uno todos los pasos fueron saliendo de la iglesia de Santiago. A la Oración en el Huerto le siguieron La Flagelación, Jesús Atado a la Columna, Ecce Homo, Jesús Nazareno de Santiago, la Santa Verónica, Nazareno de Santa Cruz, la Desnudez, Santo Cristo de la Pasión y Virgen Dolorosa.
Todos salieron despacio, con ceremoniosidad, para enfilar la calle Mediana y dirigirse hacia la calle Mayor. Pero el Jueves Santo había comenzado muchas horas antes con las hermandades reunidas en los populares refrescos preparados por sus Mayordomos. Allí, en muchos casos, se produce el momento de tallar el paso, donde los cofrades que, por riguroso orden de lista, se medirán bajo una cuerda para conformar todos los puestos del tablero y añadir los tacos de madera que igualarán la altura de los afortunados.
Después, el desfile de gremios para recoger a todas las hermandades y acudir a buscar, primero, a los miembros de la Junta de Cofradías y, más tarde, a las autoridades. Un desfile tan emocionante como único, que finaliza en los Oficios, en la iglesia de Santiago.
Los pasos se mecen rítmicamente mientras suena la música en la Calle Mayor. Es el conocido como baile, otro de los momentos emocionantes de la procesión que ya enfila su recta final. Es hora de reverenciar a la Virgen de la Cruz, ubicada en el Arco de Ajújar, con la rodillada con la que los pasos honrarán a esta talla originaria de Santa Clara, y que ahora se encuentra en el Museo de Semana Santa.
El frío se cala hasta los huesos, pero antes de dar por finalizada la procesión y de que los pasos vuelvan a entrar en su templo con ceremoniosidad, ritual y despaciosidad, todo un pueblo se congrega en torno a la Virgen Dolorosa para entonar una emotiva Salve. La procesión del Mandato ha finalizado. Riosecanos y cofrades se apuntan un Jueves Santo más. Todo ha salido según lo previsto; ausencia de lluvia y muchos espectadores en la calle. Es Semana Santa en Rioseco.