La octava edición de la Feria del Caballo Ciudad de los Almirantes ya es historia. Han sido tres intensas jornadas donde Rioseco ha respirado aires del sur y el Canal de Castilla se ha convertido en improvisada marisma para acoger un recinto ferial donde las flamencas y los caballos han cambiado la fisonomía castellana de este emblemático espacio.
Una de las actividades que se conservan desde la primera edición es la misa rociera, en el parque del Canal de Castilla, oficiada por el padre Oterino y que congrega a muchos fieles que no quieren perderse esta eucaristía, que fue cantada por un grupo trianero.
La mañana dominical de feria estuvo dirigida a los más pequeños con un divertido espectáculo de magia del Mago Merlín Siglo XXI. Tras un concurrido vermú y una más que necesaria siesta reponedora, los niños siguieron disfrutando de la feria, con un paseo en poni a cargo de la Yeguada La Malena. El riosecano Antonio Borjas ofreció una interesante exhibición de herraje al fuego.
La pista del recinto ferial se convirtió en el escenario donde cientos de personas pudieron disfrutar de varios espectáculos ecuestres, donde caballos y flamencas bailaron en diferentes números, donde tampoco faltó la doma vaquera y la de alta escuela, e incluso la participación de una jinete montando a la amazona.
La octava edición de la ferian llegó a su fin con la actuación de copla de Luis Casado y con un gran sorteo. La dársena del Canal de Castilla vuelve a la normalidad y los aires sureños en Tierra de Campos tendrán que esperar a la novena edición de la Feria del Caballo, en la que ya piensa el club caballistas Hermanos Peralta. La valoración de esta edición por parte de sus organizadores es «más que positiva» y se calcula que en todo el fin de semana se han podido alcanzar los 15.000 visitantes, que consolidan este evento, uno de los más concurridos de todo el verano.