Si nada más traspasar el cancel de madera de la puerta principal de Santa María, bajamos la vista al suelo, veremos una desgastada losa con una inscripción casi borrada por el paso del tiempo y de los riosecanos. En ella aún puede leerse “SEPULCRO DE DON CAYETANO GARCÍA DE LA MAZA Y SU FAMILIA. AÑO DE 1835”.
Fue este uno de los últimos sepulcros que acogió este templo y en él fue enterrado un importante riosecano del siglo XIX, que como tantos otros acabó siendo olvidado por sus paisanos. Hoy traemos aquí una pequeña biografía suya.
Cayetano Francisco Paulino García de la Maza nació en Medina de Rioseco el 29 de junio de 1772. Era hijo de Manuel García, procedente de Astudillo, pero vecino de Rioseco y de Eufemia de la Maza, una riosecana, hija de Vicente de la Maza y Teresa de la Rosa.
La familia pertenecía a un linaje hidalgo, lo que le facilitó la entrada en el ejército, alcanzando el rango de teniente de la tercera compañía del Regimiento Provincial de Toro, provincia administrativa a la que pertenecía Rioseco en esos momentos. El título le fue concedido por el rey Carlos IV el 21 de mayo de 1795 y le sirvió para que algunos años después la Real Chancillería le expediera el estatuto de Hidalgo.
En la misma iglesia donde hoy reposan sus restos, contrajo matrimonio con Buenaventura Pizarro García, hija del famoso Cristóbal Pizarro y de Sinforosa García de Fonseca. La boda se realizó el 14 de julio de 1805 y entonces Cayetano, ya tenía el rango de capitán del Regimiento de Toro.
Tres años después comenzó la Guerra de la Independencia y como oficial del ejército, Cayetano García de la Maza, tomó parte activa en ella. Entre otras batallas, sabemos que estuvo presente en el combate de Cabezón de Pisuerga y días más tarde en la Batalla de Rioseco o del Moclín. En ambos estuvo al frente de un nutrido grupo de paisanos que formaron el “Batallón de Voluntarios de Rioseco”, dirigido también por otro conocido oficial riosecano, el capitán Juan Núñez Antich. Tras el desastre del Moclín el batallón se disolvió y tras la Guerra de la Independencia, Cayetano García de la Maza dejó el ejército para dedicarse a la política y la industria.
Fue dueño de una fábrica de tintes en Medina de Rioseco, aunque los principales ingresos de la familia siempre vinieron de las rentas de las tierras. García de la Maza era entonces uno de los grandes terratenientes de la comarca, ya que aprovechó las desamortizaciones para adquirir más fincas, poseyendo a su muerte un patrimonio en tierras de labor de 437.461 reales.
También fue procurador en Cortes y diputado electo por la provincia de Valladolid, entre otros por el Partido Progresista, corriente política liberal nacida en 1834, a la que pertenecieron varios reconocidos riosecanos. Una enfermedad en la vista le retiró de la vida social falleciendo al año siguiente.