El cardenal Carlos Amigo recibe el domingo 13 mayo un caluroso homenaje por parte de un numeroso grupo de sevillanos que se desplazarán hasta la ciudad natal para llevar a cabo una serie de actos en reconocimiento y gratitud a los 28 años del cardenal riosecano al servicio de la iglesia de Sevilla.
Este homenaje será el punto culminante de un viaje cultural-religioso que, mediante un programa promovido por Amigos de Don Carlos Amigo Vallejo, ya se ha hecho público en Sevilla entre parroquias y hermandades. Las mejores previsiones hablan de que hasta Rioseco se podrían desplazar varios autobuses. De hecho, ya está reservada la mayor parte de las plazas hoteleras de Rioseco y un gran número de Valladolid.
El sacerdote sevillano Álvaro Dorado, como uno de los organizadores de la actividad, señaló que el fin del homenaje es «reconocer la gran labor de don Carlos en Sevilla durante 28 años». Dorado recordó que «el cardenal ha dejado aquí muchos amigos y estos amigos queremos hacerle este homenaje en sus ciudad natal». Por su parte el alcalde riosecano, Artemio Domínguez, expresó la importancia de que «desde Sevilla vaya a llega un reconocimiento a nuestro ciudadano más importante». Domínguez adelantó la colaboración del Ayuntamiento en los actos del homenaje.
El grupo llegó a Rioseco ayer viernes 11 de mayo por la tarde en una primera jornada que finalizó con una exclusiva visita nocturna al Museo de San Francisco. El programa de hoy sábado se centrará en una visita al resto de recursos turísticos de la Ciudad de los Almirantes como a las iglesia de Santa María y Santiago, al Museo de Semana Santa o al Canal de Castilla.
El domingo, por la mañana, será el homenaje al cardenal Carlos Amigo, que se iniciará con una procesión en la que se portará a hombros una imagen de la patrona sevillana, la Virgen de los Reyes, desde el Convento de las Clarisas hasta la iglesia Santa María, donde a las 13.00 horas el que fuera arzobispo de Sevilla presidirá una solemne eucaristía. El grupo de sevillanos donará la imagen de su patrona a la parroquia. Al mediodía habrá una comida-homenaje tras la que los sevillanos regresarán a su ciudad.
Nacido en Rioseco en 1934, Carlos Amigo ingresó en el noviciado de la Orden de Hermanos Menores en 1954, tras abandonar los estudios de Medicina. En 1973 es nombrado arzobispo de Tánger, en 1982 Juan Pablo II le nombra arzobispo metropolitano de Sevilla y en 2003 cardenal. En 2009, Benedicto XVI acepta su renuncia y le nombra, en 2011, Legado Pontificio.