Si ayer, el cardenal Carlos Amigo era noticia por haber aceptado el cargo como pregonero de la Semana Santa de León, y de Zamora hoy el riosecano vuelve a las páginas virtuales de este diario por una información menos agradable. El cardenal Amigo se encuentra ya en su residencia de Madrid, donde evoluciona satisfactoriamente de la lesión sufrida en Caracas (Venezuela), el pasado 8 de enero, adonde acudió para dirigir una serie de ejercicios espirituales para sacerdotes en cumplimiento de las obligaciones que tiene asignadas como clérigo romano, según informaba esta semana El Diario de Sevilla.
El purpurado hispalense y arzobispo emérito de Sevilla sufrió una caída en las dependencias donde se hospedaba que le provocaron la rotura de hasta tres costillas que llevó a ser hospitalizado en la capital venezolana. Este accidente conllevó el aplazamiento de su regreso a Madrid, donde no ha necesitado ingreso hospitalario, se vale ya por sí mismo y hace una vida prácticamente normal sin limitaciones de movilidad de consideración.
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