Don Fernando Enríquez de Velasco se convirtió en un valeroso caballero que logró vencer en el torneo que presidió su hermano, el IV Almirante de Castilla, don Fadrique Enríquez, con motivo del Mercado de la India Chica. Don Fernando, del linaje de los Enríquez, demostró su habilidad recogiendo anillas, su fuerza en la lucha contra el muñeco medieval y su valentía en el cuerpo a cuerpo con el resto de caballeros: Luis Pimentel y Pacheco, conde de Mayorga y marqués de Villafranca del Bierzo; Jaime de Aragón, conde de Urgel; Bernat de Vilarig, caballero del duque de Gandía y el II conde de Feria, Gómez Suárez de Figueroa.
El torneo, que presidieron Fradrique Enríquez y su esposa Ana de Cabrera, condesa de Módica, fue una de las novedades de la décimo octava edición del Mercado de la India Chica. Gracias a la voluntad de los caballistas riosecanos Hermanos Peralta, el tradicional mercado pudo contar con unas justas de este calibre, en un campo de batalla instalado en la plaza Mayor. El presidente del club de caballistas, Jesús Pérez, explicó a La Voz que es un “orgullo” poder colaborar con el mercado medieval “haciendo lo que más nos gusta que es montar a caballo”.
Antes, los recreadores de Torre del Homenaje habían escenificado un divertido ajusticiamiento público, donde algunos caballeros –a pie- se batieron en duelo para limpiar su honor. Por la mesa del almirante fueron pasando algunos juicios de lo más variopinto, desde un ladrón castigado a perder su mano derecha, hasta una posadera que denunciaba a los soldados del señor por no pagar una comilona, sin olvidar las acusaciones de brujería a una pobre mujer.
El Mercado de la India Chica celebró su primera jornada. Más de cien puestos, entre artesanos, mercaderes y taberneros, dan vida esta décimo octava edición. Comerciantes y participantes coincidían por la mañana un descenso del número de personas, aunque por la tarde el mercado se llenó y se podían ver grandes filas de coches aparcados por toda la localidad. Hoy domingo se espera una llegada de visitantes, especialmente por la tarde.
Durante toda la jornada sabatina, se pudo disfrutar de música, pasacalles y actuaciones teatrales en la Rúa Mayor. Los niños se lo pasaron a lo grande con los juegos del Atrio de los Infantes. El broche de oro llegó con el espectáculo pirotécnico musical Cirkifoc, donde no faltó la magia, el fuego y los números circenses. El plato fuerte de este domingo tendrá lugar a partir de las siete de la tarde con la llegada de los Reyes Católicos a la ciudad para encontrarse con los almirantes y presenciar un nuevo torneo de caballeros.