Es historiador, investigador profesor de la UVA, pero ante todo apasionado semanasantero. Javier Burrieza será el pregonero de la Semana Santa 2013 de Medina de Rioseco (Sábado 23 de marzo, 20.30 horas. Iglesia de Santa María) algo que concibe como “un reto, una ilusión y una gran responsabilidad”. Ha tardado casi tres meses en dar vida a un pregón en el que quiere “descender a los personajes de los pasos y hacerles revivir en las calles de Rioseco lo que aconteció hace dos mil años”.
¿Qué significa para usted ser el pregonero de la Semana Santa riosecana?
Medina de Rioseco es muy especial para mí y pregonar su Semana Santa me va a producir una gran ilusión y un reto. Desde que me enteré he vivido con una enorme responsabilidad y puedo decir que me ha llevado más tiempo pensarlo que escribirlo.
Este año sí ha habido unanimidad entre los cofrades con la elección del pregonero
Es algo que me alegra mucho pero también me pone nervioso, aunque tengo plena confianza en Medina de Rioseco. La verdad es que me ha llevado mucho tiempo dar forma al texto. Desde antes de Navidad ya comencé a pensar y a pensar. Decía Picasso que la inspiración existe pero te tiene que encontrar trabajando y hubo un momento que comencé a escribir de seguido a esas horas nocturnas en las que yo suelo escribir las cosas importantes. En el silencio de la noche, yo me ponía música de Semana Santa, los sonidos tan particulares de la Pasión risoecana, algo que me servía de inspiración.
¿Qué pensó cuando le comunicaron que sería el pregonero de Medina de Rioseco?
Me lleve una gran sorpresa y una alegría inmensa. Estaba trabajando en mi despacho y bajé y se lo dije a mi mujer. Desde entonces lo he mantenido en secreto hasta el momento de la presentación oficial por parte de la Junta de Cofradías, el 16 de enero.
¿Será un pregón muy historicista?
Los historiadores tenemos el mandato de nuestra profesión de apartarnos sentimentalmente de lo que escribimos. Aquí es todo lo contrario lo que se necesita es sentimiento, ingrediente fundamental de mi texto. La historia es un instrumento fantástico para hacer un pregón, pero hay que controlarlo porque un pregón no es una lección de historia.
¿Cómo recuerda la primera vez que acudió a la Semana Santa de Rioseco?
Fue la primera procesión que vi fuera de Valladolid. En el año 1986, tenía 12 años, y yo estaba muy preocupado por las nubes porque el año anterior había llovido y la verdad es que me cautivó la procesión. Yo tengo ascendencia en Rioseco aún vive una tía de mi padre con 102 años y siempre es la que le decía a mi padre, este niño tiene que ver las procesiones de Medina de Rioseco. Junto a mí padre aprendí ese cariño a la Ciudad de los Almirantes
¿Cómo va a estructurar su pregón?
No puedo desvelar demasiado porque sino quitaríamos la emoción…pero puedo decir que he convertido a Rioseco en escenario de lo que ocurrió hace dos mil años. Haré descender a los personajes de los tableros y de los pasos y recorrerán las calles de Rioseco; voy a encontrar los principales acontecimientos de la vida de Jesús en la ciudad y todo desembocará en la forma en que nuestros antepasados, desde el siglo XVI, comenzaron a celebrar la Semana Santa con sus ritos, con las tradiciones y con los instantes más importantes de la Pasión riosecana.
Usted ha dicho que además pregonará…
Por supuesto, porque creo que es algo que falta mucho en los pregones. Un pregón no es algo en el que sólo cuentas experiencias, al final hay que pregonar lo que va a ocurrir. Es un oficio, no una conferencia sentimentaloide. El encargo es entusiasmar a la gente que está, a la que viene de camino y convencer a aquellos que se preguntan ¿voy o no voy a Medina de Rioseco?
Qué destaca de la Pasión de Rioseco
El carácter familiar y de transmisión. La fe se transmite en Rioseco en familia y siempre digo que la Semana Santa de esta ciudad es una Navidad en primavera, porque todos los riosecanos que viven fuera vuelven a casa para revivir la Pasión.
Cada vez proliferan más estas manifestaciones
He aprendido a que los amantes de la Semana Santa tenemos que tener visión de conjunto, no mirarnos al ombligo y conocer más allá. Nos permitirá valorar más lo nuestro e integrarlo en un conjunto. Porque no hay que olvidar que en la provincia de Valladolid tenemos la enorme suerte de tener uno de los conjuntos semanasanteros más importantes de España. Valladolid, las dos medinas, pero también otros pueblos como Tordesillas, Nava del Rey, Alaejos… y esto lo tienen en pocas provincias. Por eso yo me siento un privilegiado.