Benavente y Medina de Rioseco son dos ciudades cercanas, con algunas similitudes, pero distintas. Ciudades de origen ferial y encrucijadas de caminos. Dos ciudades, la una de Zamora y, la otra, de Valladolid, que sienten verdadera emoción por cada una por sus celebraciones. Benavente, con su Toro Enmaromado; Rioseco, con su Semana Santa. Ritos muy distintos, pero con algo en común: la manera pasional de vivirlos.
Ayer, la llamada Ciudad de los Condes entendió un poco mejor la pasión y el sentimiento del riosecano cuando llega la Semana Santa. Y lo hizo gracias al acto promocional de la Pasión de la Ciudad de los Almirantes que tuvo lugar en la casa de Cultura La Encomienda, que se llenó para escuchar al profesor de Historia del Arte, Ramón Pérez de Castro, y poder contemplar el audiovisual Pasan los Pasos.
Antes, el alcalde de Benavente, Saturnino Mañanes, dio la bienvenida a la delegación de riosecanos que se dio cita en la villa tomatera. El regidor de Rioseco, Artemio Domínguez, y el presidente de la Junta Local de Semana Santa, Andrés San José, acompañados por el presidente del Centro de Iniciativas Turísticas Ajújar, Francisco Gallego, explicaron, por su parte, que la mejor forma de conocer la Semana Santa de Rioseco es visitarla in situ.
Más tarde Ramón Pérez de Castro, de nuevo, demostró qué es lo que ocurre cuando en una misma persona confluyen un historiador del arte, profesor de la Universidad de Valladolid, y un cofrade. El rigor y el conocimiento se mezclan armoniosamente con las vivencias y el sentimiento de un riosecano, que vive con pasión esta manifestación; un cóctel del que ayer pudieron disfrutar decenas de benaventanos.
Pérez de Castro glosó las similitudes de ambas ciudades y resumió la Semana Mayor de Medina de Rioseco en tres pilares fundamentales: «identidad, historia y tradición y arte». “La Semana Santa de Rioseco es un hecho social total, donde se mezclan lo sagrado y lo profano, lo turístico, lo cultural, lo popular…” e incidió en la importancia que experimenta un joven cuando saca por primera vez el paso “un auténtico rito de paso de la niñez a la edad adulta”. De Castro fundamentó la Pasión riosecana en la historia y la tradición ininterrumpida. Habló de las tres grandes archicofradías sobre las que surgió la Semana Santa y la escisión, más tarde, en las que hoy conocemos. No se olvidó de personajes tan importantes como el pardal, el tapetán o el mayordomo, y de tradiciones como la del desfile de gremios. El historiador, autor de alguna de las publicaciones más importantes sobre la Semana Mayor de Rioseco, aseguró que los pasos como elementos artísticos tienen «un gran valor por poseer una iconografía propia». “Además, la puesta en escena es sobria, para potenciar la escultura. El paso se hizo para verlo en la calle. Verlos procesionar ya es en sí una obra de arte”, aseguró Pérez de Castro.
El acto finalizó con la proyección del audiovisual Pasan los Pasos, que a juzgar por los comentarios posteriores hizo comprender bien el sentimiento riosecano de la Semana Santa. Una degustación de productos terracampinos y vinos de la zona puso el broche final a la segunda de las promociones programadas. Roma, Bilbao y Santander, esperan su turno.