Sin duda alguna una las grandes singularidades de las procesiones de la Semana Santa de Medina de Rioseco reside en el hecho de que, después de siglos, los pasos se siguen portando a hombros. Una peculiaridad que una Semana Santa como la de Segovia, declarada de Interés Turístico Regional, se ha propuesto recuperar de su historia gracias a las andas que el escultor riosecano Ángel Martín ha tallado para la Cofradía de la Esclavitud del Santo Cristo de la Cruz de la histórica ciudad del acueducto romano.
Las nuevas andas se caracterizarán por su versatilidad, ya que mientras que el Jueves Santo serán llevadas a hombros por 18 cofrades, que, en tres largos palotes, soportarán el peso del Cristo del Mercado (de principios del siglo XVI) desde su ermita de la Cruz, en el popular barrio del Mercado, hasta la catedral segoviana, pasando junto al emblemático acueducto, en la Procesión de los Pasos, del Viernes Santo, las andas llevarán ruedas.
Desde la Cofradía de la Esclavitud del Santo Cristo de la Cruz se ha animado a otras feligresías y hermandades segovianas a que sigan una iniciativa que pretende dinamizar y rejuvenecer la cofradía», así como involucrar a la sociedad segoviana, y en especial a la del arrabal del Cristo del Mercado, «para dar un nuevo brío a la Semana Santa de la ciudad», como en su día ya explicó el presidente de la cofradía, David Matarranz.
El nuevo trono, elaborado en cedro rojo con bastidor metálico, está constituido por dos plataformas. La de abajo, con unas medidas de 280 por 180 centímetros, lleva una complicada talla que, entre columnas clásicas, imita los esgrafiados de algunas fachadas segovianas, presentes también en la catedral de la ciudad. Por su parte, la plataforma de arriba, algo más pequeña con unas medidas de 150 por 100 centímetros, lleva en las cuatro partes, entre columnas jónicas que irán decoradas de espigas, la fina talla de hojas y racimos de uvas, en homenaje a un barrio con tradición en la agricultura y la viticultura.
Además, la parte delantera lleva tallada la Puerta de Madrid, referente del barrio que está junto a la ermita del Cristo, entre los escudos de Segovia y Castilla y León. En ambos laterales lleva las armas de la Pasión y el emblema de la cofradía. Sobre las andas irá en las procesión un tricornio para recordar que el Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil de Segovia, que cada año escolta el paso en las procesiones, ostenta el título de Hermano Mayor Honorario de la Esclavitud desde 1967. El acabado será en un tono tostado.
Las andas, realizadas desde agosto del año pasado hasta el mes de marzo, es la obra en la que Ángel Martín más trabajo ha tenido que ejecutar en talla. El escultor quiso destacar «la dificultad de la talla de las uvas y de los esgrafiados de la primera plataforma con una distribución milimétrica que no daba lugar a ningún error». Para este entallador, es todo un honor el participar con una obra en una Semana Santa segoviana que intenta potenciar lo que tiene y acrecentar su patrimonio con el objetivo de conseguir la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional, sin olvidar la emoción que siente al pensar que sus andas pasarán junto al milenario acueducto segoviano.
De esta forma, Martín sigue la senda que a golpe de gubia abrieron en Rioseco grandes imagineros como Pedro de Bolduque, Mateo Enríquez o Tomás de Sierra, quienes llenaron la comarca y la región de obras de gran calidad salidas de los talleres locales.
Para este imaginero, «enfrentarte con la madera, darla vida, sigue siendo un reto, algo gratificante difícil de explicar». A pesar de su juventud, en su obra destacan la escultura en bronce homenaje al cofrade que preside el atrio del Museo de Semana Santa de Rioseco, las esculturas en madera del paso del Cristo de la Paz y la Misericordia de la Cofradía de Jesús Divino Obrero de León, la copia de la talla de siglo XII de la Virgen de Carejas que realizó para Paredes de Nava o un cristo que preside la Residencia de Ancianos de Santo Toribio de Mayorga. Sin olvidar distintos tronos y tableros que ha realizado para cofradías de la Semanas Santa de Valladolid, como el del Cristo Yacente de Gregorio Fernández que venera la Cofradía del Descendimiento de Valladolid, y para las de Medina de Rioseco, como los de los pasos de la Oración del Huerto, del Ecce Homo y del Cristo de Paz.