Perseverante, cuidadosa, paciente, tranquila… Estos son algunos de los adjetivos que definen a Alicia Pardo. Son, también, las virtudes más importantes que deben reunir quienes practican la pesca deportiva, bien de manera profesional, o bien como un hobby como es su caso. «Hay a quienes les gusta el fútbol, el tenis, el baloncesto… a mí me gusta la pesca», afirma.
Esta joven riosecana ha dedicado más de media vida a este deporte en el que se inició con tan solo tres años, “mi padre, que desde siempre lo ha practicado, me llevaba con él y con ocho años le dije que quería empezar a competir”, recuerda. Tal solo cuatro años más tarde, en el 2010, Alicia se clasificó para su primer Campeonato Nacional. “Fue una experiencia buena porque era el primero, pero me fue mal porque la temperatura era muy mala y no pude hacer prácticamente nada”, cuenta Pardo.
Muchas experiencias, anécdotas y más de una treintena de trofeos después, Alicia ha conseguido clasificarse de nuevo para un Campeonato Nacional, el que se celebrará el próximo año, a pesar de que esta temporada no ha podido entrenar lo suficiente “por cuestiones laborales”. La riosecana se impuso a sus contrincantes en el Territorial de Castronuño con más de cinco kilos pescados que le dieron un meritorio tercer puesto y el pase al evento nacional, del que todavía no se han determinado ni fecha, ni lugar. Pardo afronta este nuevo reto con ilusión, “tenía muchas ganas de clasificarme porque ya hacía tiempo y no es fácil”. Y también con tranquilidad, “cuando llegue el momento igual sí que me pongo un poco más nerviosa aunque no suelo”, confiesa.
Y es que la pesca es un deporte en el que la calma reina del principio al fin. “Hay que tener paciencia, todo lleva su tiempo, no es llegar, tirar la caña y que piquen; tienes que tener calma, no moverte y no hacer ruido”, detalla Alicia. Pero estos no son los únicos factores que influyen, las condiciones climatológicas juegan un papel fundamental: “si hay luna llena no pescas nada y si hace frío también influye bastante porque el pez está abajo del todo y cuesta bastante más, pero cada uno tenemos nuestras tácticas para intentar que acaben picando”, cuenta la joven.
Las presas que normalmente pesca Alicia son el carpo y la barba, aunque tal y como asegura “algunas veces me ha salido algún percasol, blasblas, tenca, alburno, cacho, bermeja, pero nada raro”. El pez más grande que ha sacado fue una pieza de casi cuatro kilos que incluso le rompió la caña en el Campeonato del Veraneante en Castronuño cuando tenía quince años. “Me costó muchísimo sacarle. Se me partió el puntal y dije ‘tengo que sacarle como sea’. Entonces tiré de la goma hasta que llegué al hilo y con la ayuda de un trapo para no cortarme, tiré hasta que le saqué”, recuerda.
La pesca deportiva, lejos de la idea de que se trata de un deporte únicamente de hombres, es también cosa de mujeres. “En Rioseco soy la única chica, pero a nivel de Castilla y León ya somos más y, sobre todo, en Andalucía y la costa valenciana el número de mujeres que pescamos aumenta considerablemente”, cuenta y, a su vez, confiesa que “me gustaría que más chicas se animasen a practicar este deporte en Rioseco”.
Pardo tiene la vista puesta en el Campeonato Nacional, puesto que su sueño es hacerse con el primer premio, “sería un orgullo, pero es muy difícil porque las chicas con las que compito son pescadoras de élite, mucho más experimentadas que yo”, afirma.