La dirección general de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León ha dado luz verde para que se inicie el expediente de incoación de la declaración de Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial para las celebraciones de Semana Santa de Medina de Rioseco.
Así se lo ha comunicado este martes el director general de Patrimonio Cultural, Enrique Saiz, al alcalde riosecano, Artemio Domínguez. El propio edil dio a conocer “la buena noticia” acompañado por el presidente de la Junta Local de la Semana Santa, Andrés San José; y del director del Museo de San Francisco, Miguel García, como técnico municipal responsable del expediente de solicitud.
Artemio Domínguez destacó que “nuestra Sema Santa constituye una especial y única manifestación religiosa y cultural, con orígenes desde el siglo XVI, que se ha transmitido de padres a hijos, y desde luego una seña de identidad de todo un pueblo”.
Por su parte Andrés San José, en nombre de todas las cofradías riosecanas, señaló que “es necesario que se vaya haciendo una verdadera distinción y reconocimiento de hechos culturales tan singulares que tienen un poso del tiempo y de la forma de vivir de un pueblo como es nuestra Semana Santa”. Además indicó que “esta declaración tiene que servir para el mantenimiento y defensa de la llama viva de unos momentos que han perdurado durante siglos”.
De esta forma la Dirección General de Patrimonio Cultural da respuesta a la solicitud realizada por el Ayuntamiento de Medina de Rioseco cuando, a principios del mes de diciembre de 2014, entregó un completo expediente que incluía una memoria en la que se describe el origen, antigüedad, continuidad y raigambre tradicional de la Semana Santa de Medina de Rioseco, y su valor cultural, identitario e inmaterial con documentación gráfica, así como diferentes copias de documentos que acreditan la implicación de los riosecanos en su centenaria tradición que desde el siglo XVI se ha mantenido de forma ininterrumpida.
La declaración de Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial supone el reconocimiento, puesta en valor y defensa de una importante tradición popular riosecana que contiene elementos constitutivos del patrimonio etnográfico.