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Esta farsa de Federico García Lorca en dos actos trata del matrimonio entre un hombre maduro y una joven que no dejan de discutir. La situación se hace tan tensa que el zapatero decide marcharse. Está convencido de que su mujer no lo quiere porque habla con todos los hombres del pueblo. Al cabo del tiempo vuelve haciéndose pasar por titiritero y descubre que su mujer ha respetado su ausencia y, también, que todo el pueblo la asedia.
Durante toda la semana el Salón de Actos, donde tuvo lugar la representación, había sido un hervidero de personas trabajando en los ensayos y en la escenografía que montó Teresa Burgueño con alumnos de 3º y 4º de la ESO. Había que conseguir dos ambientes en un espacio reducido y sin telón que nos ayudase a mantener el misterio. El primer espacio es el lugar de trabajo de un zapatero remendón, de 53 años que se ha casado con una joven de 18 años, aconsejado por su hermana. Discuten tanto que en el segundo acto el zapatero ha abandonado a su mujer y ella se gana la vida con una taberna que está en el taller de su marido.
Para conseguir la ambientación nos construyeron mesas, una puerta y una ventana y una barra de bar. Todo con materiales reciclados y todo construido en el propio centro durante las clases de Plástica. La idea para crear una puerta fue de Manolo, conserje del Instituto. Lidia Novo nos ayudó prestándonos mobiliario personal y proporcionándonos materiales para construir las mesas; e Irene, profesora de Educación Física, colaboró en las coreografías de las escenas corales. Otro elemento muy importante para la obra, la música, fue grabada siguiendo las armonizaciones de Federico García Lorca.
Lo que había comenzado como actividad de lectura en clase se convirtió en una actividad transversal, en la que han colaborado varios Departamentos del centro y muchos alumnos además de los que actuaron en la obra. Como la obra es muy larga, dividimos los papeles de manera que los principales: zapatera, zapatero y niño eran representados por un actor en cada acto. De esta manera se facilitaba el trabajo, ya que no podemos olvidar que se trata de alumnos de 13 años.
En la representación hubo de todo: nervios, olvidos y muchas risas; intervenciones sorprendentes que surgían desde fuera de la sala, como la llegada del zapatero transformado en titiritero o las mujeres formando un coro y escenas musicales donde el grupo de mujeres cobraba protagonismo.
Todos lo hicieron muy bien, incluido un alumno de 2º A que también participó. Itziar, Alba, Christian, Alejandro, Ángel, Iván y Óscar, en los papeles protagonistas; y muchos más: Iván A., Fernando, Javier, Maite, Andrea, Carlota, Carmen, Alba L., Carla, Andrea S. y Beatriz. Pocos alumnos quedaron fuera por falta de papeles, pero también ayudaron a poner la música , como Héctor, o a colocar el escenario, como Javier B., Daniel o David.
Ha sido un trabajo arduo, duro, pero ha merecido la pena. El jueves todos los alumnos del centro querían ver la representación. Solo pudieron verla los alumnos de todos los grupos de 1º de ESO y un grupo de 2º de ESO, así que la especificación tuvo un segundo acto el pasado miércoles. Nos vemos en el teatro.
