Un incendio destruye nueve casas frente a Santa Cruz


Teresa Casquete Rodríguez. Historiadora del Arte.

Ante todo, tranquilidad, que el suceso no ha ocurrido ahora. Tuvo lugar a primeros de octubre del año 1904 y de él se hizo eco el diario nacional ABC. Los interesados en ver la reseña completa pueden ver una copia online en la hemeroteca digital de este diario y un original de la misma, en mi archivo personal. El corresponsal relató en ella un grave incendio que tuvo lugar en los días anteriores al 6 de octubre y que comenzó a las 4.30 de la madrugada. Sin dar detalles de qué o quiénes pudieron provocar tal desastre, se recoge como en aquel pavoroso incendio quedaron destruidas nueve casas, situadas en la Calle Mayor (frente a la iglesia de Santa Cruz) y en las calles Carnicerías y Cerrajerías.

Los materiales altamente combustibles de los que estaban hechas las centenarias casas (entramados de madera) y el uso de calefacciones a base de braseros y estufas de leña, ayudaron a la rápida propagación del fuego, en el que falleció una persona. También hubo numerosos heridos, entre ellos un voluntario llamado Blas Pérez, al que se le vino encima un paredón y resultó herido en un pie. A este buen hombre –que hasta hoy era para nosotros un desconocido- le vemos posando en el atrio de Santa Cruz en una de las fotografías, apoyado en un bastón y mostrando el pie lesionado. En las restantes podemos contemplar el desolador aspecto en el que quedaron los edificios.

Pero nuestra curiosidad por todo lo que revela el pasado de Medina de Rioseco, nos lleva más allá y nos descubre el extraño aspecto que presentaba esta parte de los soportales de La Rúa (conocida entonces como Rúa de Pañeros). Los pies derechos de madera cubiertos de yeso en la parte superior y diseñando una línea de arcos; el aspecto señorial de los grandes balcones con sus antiguos antepechos de hierro forjado; el patio interior con una galería de vigas carbonizadas, sostenidas por  una columna aún en pie y rematada en lo que parece un capitel corintio… todo ello nos desvela una interesante edificación, para nuestra desgracia ha pasado a mejor vida.

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