En esta ocasión, Miguel Escudero, Eusebio Sánchez, Luciano García, Antonio Cáneva, Alberto González, Julia Isabel Álvarez, David Brizuela y Marta formaron el grupo participante, junto a Ángel Lobato, que cada año acompaña a los atletas des el coche. Juntos viajaron hasta Gijón el pasado 19 de julio para rendir honor a la Virgen de Castilviejo.
La primera etapa tuvo lugar el 13 de julio en un trayecto que llevó a los deportistas desde Medina de Rioseco hasta Riaño. El sábado siguiente, los ocho atletas retomarían el trayecto desde donde lo dejaron, con la salida de los primeros rayos de sol, antes de las siete horas. El grupo pudo completar la primera etapa hasta Nava, por el puerto de Terna, sin demasiados problemas a pesar de que el cielo amenazaba con tonalidades del gris más oscuro. Pero fue en el siguiente tramo, de Nava a Gijón, cuando la intensa lluvia no permitió finalizar la totalidad de los kilómetros, “Era imposible avanzar ante tanta agua ya que apenas podíamos ver”, explica el presidente del grupo de atletas, Luciano García.
Pero “al día siguiente retrocedimos para completar este tramo”, comenta García. Y es que la mañana del domingo “amaneció con mucho sol y la temperatura fue muy buena para realizar la carrera”. Una prueba para la que “hay que estar muy bien preparado y que junto a los ánimos de los que van en el coche hace que podamos finalizar cada cita sin problema”.
Una vez finalizada la prueba, un grupo de 55 personas, comandado por el párroco Juan Carlos Fraile, esperaban a los ocho deportistas. Después, el grupo se dirigió hasta la capilla de Begoña, en donde se celebró una celebración religiosa, oficiada por el sacerdote riosecano.
Los deportistas, al igual que el grupo de riosecanos, repusieron fuerzas con una tradicional comida de la tierra a base de pote asturiano y merluza a la sidra. Más tarde, “pudimos disfrutar de una estupenda tarde de playa antes de regresar hasta nuestras casas”, dice Luciano García.
El presidente de del Grupo de Atletas agradece especialmente la colaboración de la Hermandad de Castilviejo, la Parroquia de Santa María y Santiago y el Ayuntamiento de Rioseco; “gracias a ellos pudimos realizar esta nueva peregrinación”. Por cierto, en la mente de todos, don Gabriel Pellitero, colaborador activo de esta iniciativa.