Cerca de un centenar de alumnos llegados desde diversos puntos de la geografía nacional han decidido pasar una semana veraniega en torno a la música en Medina de Rioseco. Se trata del Curso Nacional de Música que se celebra en la ciudad hasta el próximo domingo en la Ciudad de los Almirantes. La Voz de Rioseco ha tenido la oportunidad de penetrar en las aulas del colegio Campos Góticos, lugar donde se imparten las clases.
José Luis Rodríguez, director del Curso Nacional, explica que el resultado está siendo “muy positivo” y los alumnos se sienten muy “animados”. El también responsable de la Escuela Municipal de Música y de la banda riosecana dice que lo más importante es interactuar con los propios vecinos.
«El curso tiene que ser popular, tiene que salir de las aulas, no sólo que el niño se vaya con la experiencia personal, sino que haya una vinculación entre municipio y el curso. Por eso el evento se llama Ciudad de Rioseco» dice José Luis Rodríguez. Y si el feedback con los riosecanos es relevante, no menos lo es la calidad del profesorado.
En total, catorce profesionales llegados de País Vasco, Valencia, Galicia, Castilla y León e, incluso, Francia, aunque también hay representación riosecana. Lo mismo ocurre con el alumnado, quienes reciben clases de multitud de instrumentos: viento-metal, viento-madera, cuerda, cuerda frotada o pulsada, piano y órgano, este último es una de las principales novedades de esta cuarta edición.
Visitando las aulas, se comprobará que los alumnos aprenden y disfrutan a partes iguales. Se establecen clases individuales y colectivas. “Las de grupo están enfocadas a un nivel más técnico”, dice el director, quien advierte que hay otras actividades complementarias como “lenguaje musical o improvisación”.
Y como no solo de acordes vive el alumno del Curso Nacional de Música, la diversión está asegurada. El ocio se ocupa en las piscinas municipales, además de poder practicar piragüismo y otros deportes en el Canal de Castilla.
Muchos de los profesores que imparten las clases repiten experiencia, como es en el caso del profesor de Saxofón, Francisco J. Haro. Dice este profesor valenciano que es un curso “muy completo”. Las clases de saxofón cuentan, por ejemplo, con un total de siete alumnos. Muchos de ellos ya han estado en ediciones pasadas de este curso, aunque hay chicos nuevos como un alumno de Estrasburgo que cursa las clases de este instrumento. “Estoy muy contento de cómo están yendo las cosas este año. Hemos mejorado respecto a la pasada edición”.
El profesor de violoncello, Mikel Zunzudegui, ofrece su opinión sobre cómo está funcionando este curso. “Va mejorando porque siempre hay cosas que mejorar”. Las clases impartidas por Zunzudegui, profesor en el conservatorio de Valladolid, son una combinación de clases teóricas y prácticas, aunque opta más por el ensayo sobre el propio instrumento. Siete días, pues, donde música y buen ambiente conforman una partitura perfecta para alumnos, profesores y también los propios habitantes de Rioseco que disfrutarán de algunas actuaciones y conciertos.
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