Decenas de fieles celebraron el pasado sábado, último día del mes de mayo, el tradicional Rosario de la Aurora, procesionando la imagen de la Virgen de Fátima. Al amanecer se congregaban en la iglesia de Santa María, de ahí hasta Santiago y hasta la puerta de Ajújar, para cruzar el río Sequillo y dirigirse hasta el convento de Santa Clara, donde finalizó el cortejo con una eucaristía presidida por el párroco Juan Carlos Fraile.