El muro del convento de San José que linda con la calle V Centenario presenta, desde hace algunos meses, desprendimiento de algunas de sus piedras, especialmente las situadas al pie de esta tapia que guarda las antiguas huertas del histórico cenobio. Algunos vecinos ha pedido que se ponga una solución a este problema. De momento una valla metálica señala la zona. El abandono, hace algunos años, de las monjas carmelitas han condenado al convento a una complicada situación que el paso del tiempo irá agravando.